Dice el escritor José María Guelbenzu que “la ficción es un producto vicario de la realidad: se limita a observarla y formular variantes que, de un modo u otro, imitan a la vida”. Y, en lo que al amor se refiere, las nuevas formas de entender las relaciones como el poliamor están cogiendo fuerza y re-esculpiendo esta realidad. El escenario que está abriéndose en ese sentido ha impulsado al tándem artístico formado por David Caiña y Gorka Mínguez a abordar todas estas cuestiones en Soilik bihar arte/Sólo hasta mañana, una comedia “con ángulo emocional” que se lleva a escena este miércoles, 28 de febrero, en euskera y el jueves, día 29, en castellano en el Teatro Arriaga. 

Protagonizada por un elenco formado por Lorea Intxausti, Albar Cirarda, Nerea Elizalde y Mikele Arizkorreta, la nueva obra de Erre Produkzioak convierte la plaza bilbaina en un resort del Caribe. Hasta allí se traslada una cuadrilla de amigos invitados por Aitziber, que acaba de ganar un premio en un supermercado. Ellos son Olatz, su novia; Ilargi, amiga de la pareja, y Ekaitz, invitado de última hora tras descubrir Ilargi que su compañero le ha sido infiel. "Este es el punto de partida de todos los conflictos a los que van a tener que enfrentarse los personajes", cuenta David Caiña, responsable del guion.

Confiesa que, cuando comenzó a abordar el tema de las relaciones abiertas, tuvo que enfrentar varios problemas: "Llevo 15 años con mi pareja en una relación completamente monógama, es un tema que no controlo”, reconoce el dramaturgo. “Yo siempre escribo desde la honestidad, desde mí verdad y esta obra choca de manera frontal con mi mundo”, expone.

Sexo y humor sin pretensiones didácticas

A fin de atajar el bloqueo, Caiña recurrió a la parte femenina del reparto, Lorea Intxausti y Nerea Elizalde. Juntos, llevaron a cabo "un pequeño proceso de talleres" en el que ellas le trasladaron sus vivencias e inquietudes. "Sobre todo hablamos de los conflictos que existen alrededor de las nuevas sexualidades y las relaciones abiertas", detalla el dramaturgo. Es en ese momento cuando Caiña identifica los puntos que tienen en común las relaciones monógamas y las abiertas, coincidencias que le permiten "trabajar el texto desde la verdad".

Al hilo del texto, el dramaturgo subraya que este huye del tono didáctico: "No pretendemos dar clases de cómo tener relaciones, porque ninguno tenemos ni idea", aclara. También matiza que, aunque la obra está concebida desde la comedia, no pierde el ángulo emocional, "como todas las historias que tienen que ver con los sentimientos", apunta. Asimismo, desvela que Sólo hasta mañana también se caracteriza por un fuerte componente sexual, porque los personajes –que rondan los veinte años– se acercan al amor desde el sexo, según Caiña.

Lorea Intxausti apunta que su intención con esta pieza es acercar el teatro a esa franja de edad: "Ha sido bonito formar parte de este proceso, en el que hemos podido exponer nuestras preocupaciones", afirma. Ahora, aunque el target de la producción sean los veinteañeros, Intxausti considera que esta es una obra que puede conectar con públicos de diferentes edades. "Hemos hecho pases especiales con gente cercana y a los más mayores les ha gustado mucho", asegura la actriz. Explica que la obra llega a un espectador diverso por su capacidad de interpelar a personas de diferentes edades: "Al final, todos hemos tenido relaciones y podemos sentirnos identificados por las situaciones que se van produciendo".

Las que su personaje, Olatz, vive sobre el escenario tienen que ver con la incertidumbre y la duda. "Aitziber, su pareja, siempre ha tenido muy claro que las relaciones tienen que ser abiertas y esta es la primera cerrada que tiene. Entonces, va abriéndose con Olatz en ese sentido y ella teme que le esté dejando de querer", expone Intxausti. Mientras, su amiga Ilargi vive el despecho que conlleva una ruptura a golpe de cubata. "En la obra hay mucho perreo, mucho reguetón y mucha fiesta", adelanta Albar Cirarda, que interpreta a Ekaitz. Este "está de pegote en el viaje", según el propio actor. Ekaitz, de un momento a otro, acaba convirtiéndose en el interés amoroso de uno de los personajes. Todos estos encuentros y desencuentros se dirimirán sobre las tablas del Teatro Arriaga este miércoles.