Los dos libros de relatos de la escritora vizcaina Arantza Álava acaban de ser grabados en audiolibro. Varios años después de la publicación del primero, Peces de terraza, y a punto de cumplirse uno de ver la luz el segundo, Viento sin norte, sus relatos podrán ser escuchados, además de leídos.

Se trata de una nueva experiencia con la que la autora bilbaina afincada en Orduña está muy contenta y, sobre todo, muy ilusionada, porque espera que le permita llegar a un público más numeroso y que sus personajes y, con ellos, sus sentimientos y todo lo que transmiten sus palabras se expandan en un universo más amplio. “Tengo que confesar que si no hubiera sido por un amigo, que me comentó la posibilidad de grabar mis libros en formato audiolibro, es algo que nunca me habría planteado hacer. Me envió alguno de mis relatos, grabados con la voz de María Luisa Alonso Begoña. Me encantó y me impresionó escuchar las historias que yo había escrito. Sonaban de maravilla y, lo más importante, las emociones que había querido transmitir mantenían toda su esencia. He trabajado con María Luisa mano a mano, cuidando los detalles de la narración, para que en cada línea de los dos libros el oyente encuentre el verdadero sentido de los textos”.

No ha sido poco lo que ha avanzado Arantza Álava desde que en 2020 publicara su primer libro, el poemario Esencia Urbana. En 2021 llegó Peces de terraza, y en el recién acabado 2023 vio la luz su último libro de relatos, Viento sin norte. La cubierta de este libro es obra de la fotógrafa madrileña Beatriz Deza Trujillo; en ella una chica que mira hacia el mar está sujetando un sombrero cuyo lazo se eleva hacia el cielo. La cubierta de Viento sin norte habla de las emociones a las que nos agarramos, de lazos, de obsesiones que no conseguimos desatar. “Esa cubierta expresa a la perfección lo que el lector encontrará en las páginas del libro, doce relatos que hablan de apuestas ganadas y perdidas, de errores y aciertos, de desamor. Pero sobre todo hablan de la búsqueda del amor en todas sus formas. Y también de aceptar que no hay respuesta para algunas preguntas, y de que a pesar de ello hay que tomar las riendas de la propia existencia y plantearse nuevas preguntas. Porque aunque nos rompamos, somos fuertes y podemos sobrevivir. Podemos vivir. Vivir y disfrutar”.

Viento sin norte es la última cosecha de una mujer a la que desde muy jovencita le ha gustado escribir y lo ha hecho, aunque hasta hace pocos años las líneas que con amor y tacto plasmaba en papel quedaban guardadas en un cajón. Fue a partir de ganar un concurso de relatos de la ciudad que ha acogido a esta bilbaina, Orduña, cuando se decidió a autopublicar todo un mundo de sentimientos que aflora por sus poros. “Siempre he tenido la sensación de que, cuando escribía, hacía maletas que no viajaban, y claro, ¿qué sentido tiene hacer maletas si las dejas en casa? A raíz de ganar el concurso de relatos de Orduña me planteé hacer nuevas maletas y sacarlas a viajar. Y eso hice”.

Un corto e intenso recorrido

Son varios los lugares donde han sido presentados sus libros, que a pesar de su corta vida han tenido un intenso recorrido. Las explicaciones de sus páginas han sido escuchadas en Basauri, gracias al ofrecimiento de su Casa de Cultura; en Arrigorriaga, donde en octubre el club de lectura abrió su curso con un encuentro con la autora; en Castro Urdiales, Menorca, Lleida, Fuenlabrada (Madrid)... y en Peñafiel, en Valladolid, de la mano de quien se ha convertido en una verdadera amiga, Almudena Ojosnegros, que le cedió un espacio, Villa Serendipia, que atrajo a un público con el que Arantza Álava se ha sentido identificada especialmente y que la ha acogido con un cariño mayúsculo. “Desde la primera presentación que hice en Peñafiel me sentí como en casa. Los lectores de ese lugar me acogieron con los brazos abiertos y me ofrecieron su mejor vino, nunca mejor dicho, pues allí las cepas son las protagonistas del paisaje. Siempre que voy, regreso con las emociones a flor de piel y con la necesidad de volver a contar historias”.

En breve, el próximo 8 de marzo, llegará hasta Tenerife, donde la Universidad de La Laguna abrirá sus aulas a todo aquel que quiera escuchar cómo siente y transmite Arantza Álava.

Sus páginas también se han dado a conocer en diferentes medios de comunicación, como por ejemplo en Radio Euskadi, donde la Premio Euskadi de Literatura 2021, Txani Rodríguez, reseñó sus libros en Pompas de papel, y fue entrevistada en el programa La Terraza, de Félix Linares e Iñaki Lejarza. Nada es mucho para introducirse en el difícil mundo literario que, de momento, la obliga a la autoedición como única forma para dar a conocer su obra. “Es muy complicado que una editorial se fije en tu trabajo. ¿Que apuesten por tus obras? Eso es prácticamente imposible, hoy en día somos muchas las personas que queremos hacernos un hueco en el mundo literario, y yo creo que, sin contactos, el único camino es el de la autopublicación; lo cual es un hándicap, porque cuando vas a ofrecer tu trabajo a las librerías te suelen cerrar las puertas. Menos mal que para mí la escritura es una forma de vida, y la tristeza y el desánimo que esas situaciones me producen dura el tiempo exacto que tardo en ponerme delante del ordenador con una nueva historia”.

A la espera de encontrar una plataforma desde la que lanzar los audiolibros, Viento sin norte se encuentra disponible en todas las librerías de Bizkaia. Y mientras, sus proyectos pasan inevitablemente por seguir escribiendo, por seguir creando. Creando historias que vive e inventa, creando personajes que aspiran a entrar por los ojos, y en breve también por los oídos, de muchos lectores.