De ser ignorados en Euskal Herria en sus primeros años a, dos décadas después, convertirse en los embajadores de la música de raíz euskaldun en el mundo. “Eso no se paga con dinero”, analiza Agus Barandiaran, líder del grupo folk Korrontzi, al acercarse los veinte años de trayectoria del proyecto, que ahora se celebra con la edición de un disco–libro en el que revisan sus canciones y entregan tres inéditos junto a colaboradores como Iñigo ETS, Urdangarin, Eliseo Parra, Celtas Cortos, Lua Na Lubre, Gatibu o Phil Cunningham. Lo presentará en Bilbao el 26 de diciembre en el Teatro Campos.
900 conciertos, a una media anual de 45, y una docena de discos avalan la trayectoria de Korrontzi, que celebra sus primeras dos décadas de vida con 20 (Elkar), un disco–libro en el que indagan en su repertorio para ofrecer otras tantas versiones de sus “canciones más representativas”, junto a tres inéditas. “En principio iban a ser una por año, pero después optamos por incluir tres nuevas e inéditas”, explica Barandiaran. Y todas ellas con colaboradores vascos, estatales e internacionales, gente con la que “hemos compartido escenarios y vivencias”.
Los créditos de 20, que incluye revisiones de himnos de Korrontzi como Maltzeta, Joxek Andreari, Bizi duguna, Diatonic Bilbon, Kantauri o Panderotxoa, parecen un ‘quién es quién’ en el campo del folk de este milenio. Y no solo del folk, ya que el listado de colaboradores desborda el estilo tradicional con artistas y grupos como Iñigo ETS, Tapia ta Leturia, Jesús Cifuentes (Celtas Cortos), Itziar Ituño, Eliseo Parra, Gatibu, M. Urdangarin, Xabier Amuriza, Hevia, Luar Na Lubre, Jon Maia, Bixente Martínez (Oskorri) y leyendas internacionales del folk celta como Phil Cunningham y Michael McGoldrick, entre otros.
“Las versiones resultantes son mejores que las originales”, valora el trikitilari vizcaino, que explicó a DEIA que su grabación, producida con “los aportes del maestro portugués”, músico y buen amigo Luis Peixoto, fue diferente, según el músico implicado, ya que con algunos grabó en estudio, otros en su propia casa, por Internet y, en el caso de Erramun Martikorena, “fui a su baserri, a Baigorri, y le grabé allí, en la entrada”, indicó. “Ha sido un placer poder grabar este trabajo, del que estoy muy feliz. Es una celebración, a la vez que un trabajo arqueológico que se aprecia en el libro, en el que se agrupan carteles, fotografías, noticias de prensa y un listado de conciertos para que la gente joven sepa que Korrontzi existía hace más de 10 años, desde 2004”, apostilló.
Futuro
“Este disco no es un cierre de ciclo, sino una fiesta para nosotros y la gente, una celebración y un capricho hecho realidad”, explicó Agus, que hizo un repaso a la trayectoria de Korrontzi –“es muy duro mantener una banda en activo 20 años por los largos desplazamientos, la convivencia, la economía...”–, desde los tiempos iniciales, cuando él optó por dejar el grupo Urgabe y apostar por una banda que aún “no tenía nombre” y que se estrenó en un Galdames Folk, hasta los actuales, donde su grupo es, sin duda alguna, el embajador internacional de la música folk de Euskal Herria.
“El objetivo para el futuro es seguir siendo una especie de escaparate de la tradición vasca. Cuando tocamos en Cerdeña, Brasil, Malasia o Austria, tengo el placer de abrir el fuelle de la triki y saber que detrás de mí está el idioma, la danza y la música vasca. Eso es un placer que no se paga con dinero. Detrás está todo un pueblo”, indicó a DEIA antes de confirmar que habrá gira de presentación de 20. Después de visitar Bruselas y Bombay (India), actuarán el 26 de diciembre en el Teatro Campos de Bilbao, con “algunos colaboradores, y alguno no será vasco”, adelantó, para seguir después por Ezpeleta, el Aitzina Folk y, ya en enero, en Donostia.