Lorenzo Santamaría recala este jueves en el Campos Elíseos con su gira de despedida, en la que anuncia que interpretará “las canciones más emblemáticas” de su carrera, a las 20.00 horas y con entradas a la venta desde 19 euros. Además, el grupo femenino navarro Melenas presenta su último disco, Ahora, en el Kafe Antzokia, a las 20.30 horas.
Con errores y sus canciones, Lorenzo Santamaría –nacido Lorenzo Rosselló Horrach, en Mallorca, hace 77 años– lleva más de medio siglo sobre los escenarios. Por ello, tras grabar un disco doble en directo en el que recopila algunas de sus mejores canciones, titulado Para que no me olvides, se ha embarcado en una gira de despedida por el Estado y Latinoamérica para decir adiós a su legión de seguidores apoyado por “una gran banda”.
Santamaría siempre quiso seguir los pasos de pioneros del rock como Elvis Presley, Carl Perkins, Bill Haley, Little Richard y Chuck Berry. Por ello, en los años 70 del siglo pasado grabó un disco titulado Quise ser una estrella de rock and roll, en el que sonaban, entre palmas y coros cercanos al doo woop, homenajes explícitos a Jim Morrison, de The Doors, y a clásicos como All Shook Up, Rock Over Beethoven, Jailhouse Rock, (Let Me Be Your) Teddy Bear, Blue Suede Shoes, Rock Around The Clock, Shake Rattle and Roll, Tutti Frutti…
La vida y otros estilos lejanos al rock, estilo con el que se inició en la música como miembro a finales de los 60 del grupo de rock Z–66, han conducido a Santamaría hasta 2023. Debutó como solista en 1970 y logró multitud de éxitos más ligados a la canción melódica que al sonido rockero que le agitó en su juventud. “Quise llegar a ser como Elvis, el rey, ser famoso en todo el mundo y en las listas ser el n.º 1. Sensaciones y emociones, y en la tele un show de los mejores”, cantaba en aquellos lejanos tiempos.
“Los años pasan y te quedas atrás”, reconocía Santamaría tras concretar su giro estilístico. Referente del pop melódico y romántico en castellano, cosechó aplastantes números 1 y grandes éxitos en distintos países, realizando extensas giras por toda Latinoamérica. El ya veterano vocalista atesora en su haber grandes joyas como Para que no me olvide, Bailemos!, Si tú fueras mi mujer o Te daré mi vida, entre otros muchos himnos.
Su álbum actual, el de su despedida, incluye todos sus clásicos y denota su amor por el rock con su versión de Noches de blanco satén, original de The Moody Blues, y concesiones más evidentes al género y al r&b de su juventud en clásicos como Rosy, Corazón triste y El rey. “Es la música nuestra ilusión y la esperanza de un mundo mejor. La llave que puede abrir los corazones de aquí y de allí… es comunicación”, cantaba Santamaría en su canción No podrán quitarnos nuestra música.
Melenas
Por su parte, el piso superior del Kafe Antzokia de Bilbao acogerá esta tarde un concierto del grupo navarro Melenas, que presentará su reciente tercer disco, Ahora (Mushroom Pillow), que llega tras Día raros, el álbum que les dio a conocer en el circuito alternativo estatal aunque ya habían debutado con un trabajo homónimo en 2017. Su origen está en la efervescente escena de Iruñea (Kokoshca, Exnovios) y el cuarteto forma parte de ese estilo conocido como reverbcore.
Su último disco, Ahora, que ha recibido críticas notables también en medios internacionales, ha convertido a las navarras en parte fundamental de la escena garaje pop estatal, demostrando que se puede hacer canciones en este estilo sin utilizar guitarras eléctricas. Su música suena fresca, directa, melódica, con buenas melodías vocales, un pop que se acerca al jangle y el protagonismo principal de los ácidos teclados de María en canciones como K2, Bang y Osa polar, en la que se aprecia la herencia de bandas clásicas alternativas como Stereolab y The Feelies.