Lleva una carrera entregada a las bandas sonoras de cine, con las que ha conseguido once premios Goya y ha sido nominado cuatro veces al Oscar. Esta vez Alberto Iglesias vuelve con un proyecto propio, desvinculado tanto del cine como de la obra de otros artistas, son sus nuevas creaciones y sus dos primeros álbumes en solitario. Para Phantom Songs ha contado con la colaboración del contratenor vasco Carlos Mena, el pianista Juan Pérez Floristán y la London Orchestra, y para Asalto al castillo con la de Flemish Radio Orchestra, el cellista Marin Cazazu, la mezzospranos Iris Oja y el Theatre of Voices.

¿Por qué ha tardado tanto en publicar un disco propio?

He trabajado mucho en el cine y he ido escribiendo música pero no había encontrado una oportunidad como la que me está dando Quartet Records para publicarlo con este cuidado en la grabación, la mezcla y la edición.

Aunque son dos álbumes distintos, la poesía está presente en ambos: John Ashbery, René Char, Pasolini o Beckett.

Son dos obras que se complementan y que tienen como vínculo la voz y la poesía, hay un amor por la voz y por la palabra cantada.

Es música con una gran fuerza narrativa, ¿es por influencia del cine? ¿Compone con imágenes en la cabeza?

Estoy muy influenciado por el cine y por la narración y los poemas son narrativos. A veces las imágenes son muy claras, por ejemplo el último poema de Phantom songs, el título lo dice todo “El poema que ocupó el lugar de una montaña” (de Wallace Stevens), es una metáfora de la dificultad de encontrar algo hasta que llegas a la cima y tienes una visión.

‘Phantom songs’ está compuesto por cuatro canciones y cuatro “antífonas”. ¿Hay una influencia religiosa en ese disco?

Antífona es una estructura de pregunta/respuesta que viene del medievo, del Cantus Firmus, las liturgias cantadas. La mía no es tan religiosa, pero un coro de cámara siempre tiene una resonancia ritual, espiritual, de un lugar de fantasmas.

¿Qué significan esos fantasmas?

Yo no veo solo fantasmas muertos, sino también vivos, es una existencia fantasmal en la que no encontramos las palabras que nos ayudan o que nos comunican con los demás. Estos fantasmas tejen esas polifonías con palabras desmembradas. A veces me he imaginado también que es una resonancia de las voces que todos tenemos dentro de la cabeza. Y de ahí surgen los poetas, que son los clarividentes, los que saben decir y llevan el lenguaje al sitio más extraordinario.

Su música exige ser escuchada con una calma difícil de encontrar.

El mundo nos contagia una desatención continua, saltando de una cosa a la otra y eso crea una decepción. Es una atadura que sin querer nos estamos poniendo, hay pocos elementos que nos induzcan a la concentración, pero también hay una diversión en esa concentración. La música siempre mueve células del cuerpo, aunque no sea bailable y en ese movimiento encontramos mucho placer.

¿Imagina la puesta en escena de estas obras?

Creo que estas piezas se pueden proponer, bien para la danza o para un teatro cantado. Me parecería una experiencia muy grande, lo que me pasó con Cautiva en su momento con la CND y Nacho Duato me abrió al mundo de la danza y me cambió la percepción de mi propia música.

¿Cuáles han sido sus influencias musicales?

He tenido muchas y muy desordenadas, escribo desordenadamente. He aprendido muchísimo de Stravinsky, Schönberg, Messiaen, Ligeti. Me he dejado llevar también por la música popular, muchas veces sin saber qué escuchaba. Soy un estudiante continuo, siempre estoy abriendo partituras.

¿Dónde estaría si no fuera por el cine?

No sé si habría seguido en la música, si habría podido seguir. Sino habría tratado de buscar algún otro camino expresivo, que me supusiera preguntarme cosas sobre lo que me rodea, quizá escribir, algo cerca del arte.

¿Cuál es su próximo proyecto?

Voy a hacer la próxima de Almodóvar, me ha vuelto a invitar a su película, pero tengo que esperar, en medio hay probablemente otro proyecto. Ahora estoy escribiendo música no cinematográfica y espero que me sirva para cuando me enfrente otra vez a una película, que me parece algo mucho más difícil de hacer.

¿Ha leído el guion de Almodóvar?

Me ha gustado mucho, es intenso, es fuerte. No puedo contar nada, pero puedo decir que mi sensación es de plenitud, creo que él necesita mucho hacer la película, le veo muy inspirado.