Irati, de Paul Urkijo, sigue imbatible en los cines de Euskal Herria por segunda semana consecutiva y mantiene la primera posición entre las película más vistas. Así lo han dado a conocer este lunes desde Filmax, la distribuidora del segundo largometraje del cineasta alavés en el Estado. Precisamente, según han detallado, el tratado de mitología vasca que firma Urkijo suma en el conjunto del Estado más de 80.000 espectadores en sus primeros diez días en la cartelera.

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Irati', una película de “espada y brujería” en euskera

Las excelentes cifras que arroja Irati son tales que desde su estreno el pasado 24 de febrero, las copias disponibles se han incrementado. En su primer fin de semana, la película protagonizada por Edurne Azkarate, Eneko Sagardoy e Itziar Ituño ha pasado de 112 copias a 129, sumando nuevas ciudades en su camino de éxitos. Por su parte, Comscore, entidad que se encarga de medir la audiencia y de establecer un ranking de las diez películas más vistas durante el fin de semana, reveló que Irati ha bajado un puesto con respecto a los datos del fin de semana de su estreno. La película aterrizó en la cartelera siendo, de media, la séptima más vista. No obstante, según los datos registrados este fin de semana, Irati ha pasado a ostentar el octavo puesto.

Al igual que hizo en su ópera prima Errementari, Paul Urkijo ha recurrido a la poderosa mitología vasca para rodar una película de espadas y brujería, siguiendo la estela de largometrajes como Excalibur o Willow. Urkijo, encargado también del guión y de la producción junto a Iñaki Buruchaga y Joanjo Landa, hace en Irati una interpretación de la novela gráfica El ciclo de Irati de J. L. Landa y J. Muñoz enlazada con hechos históricos de Navarra como es la batalla de Roncesvalles, suceso que adquiere una nueva dimensión a través de este relato.

En este caso, el cineasta ambienta su historia en el siglo VIII, en el periodo en el que Eneko Aritza (Sagardoy) aún no había sido nombrado primer rey de Iruña, en una época en la que la religión cristiana comenzaba a extenderse por Europa, al tiempo que las creencias paganas desaparecían.