La historia del cine vasco, al igual que muchas otras, ha dado poco protagonismo a las directoras vascas. Para “paliar esa carencia”, “lamentar ausencias” y “constatar tendencias y estrellas actuales”, la Filmoteca Vasca ha publicado el libro Cineastas vascas, en el que se agrupan varios ensayos, coordinados por María Pilar Rodríguez, que exploran la labor y el trabajo de varias generaciones de realizadoras en diversos géneros y formatos.

“El libro es hermano del que publicamos tras el congreso de 2014 -dedicado a la historia del cine vasco a través de tres generaciones diferentes de cineastas-, pero, esta vez, convertimos a las mujeres en protagonistas absolutas”, apuntó ayer miércoles el director de la Filmoteca Vasca, Joxean Fernández, en la presentación de la publicación en Donostia.

El trabajo, que ha sido coordinado por la profesora de la Universidad de Deusto María Pilar Rodríguez, agrupa varios ensayos con los que dar cuenta de las obras realizadas por mujeres en diversos géneros y formatos y llevar a cabo una exploración académica y divulgativa en torno a ellos. “Pretende paliar el poco protagonismo que han tenido, lamentar ausencias, señalar tendencias y constatar estrellas actuales”, señaló Fernández.

Para su elaboración, la Filmoteca Vasca ha contado con autores especializados de diferentes lugares, lo que ha convertido la obra en “transnacional”. “Hay expertos en cine vasco que llevaban mucho tiempo escribiendo sobre ello y también miradas que llegan desde la literatura que hemos unido con autores del Estado y hasta dos académicas de Estados Unidos”, contó la coordinadora de un libro que cuenta con las firmas de, entre otros, Carlos Roldán, Casilda de Miguel, Iratxe Fresneda, Iñaki Lazkano, María José Olaziregi y Ana Gutiérrez.

Gracias a ellos, se ha creado una publicación que va “desde lo local a lo global”, un camino que “refleja lo que está ocurriendo con el cine vasco, que parte de algo propio que se convierte en internacional”, como recientemente se ha demostrado a partir de películas como Cinco lobitos, de Alauda Ruiz de Azua, o 20.000 especies de abejas, de Estibaliz Urresola, que competirá en la próxima edición del Festival de Berlín. “Vivimos un presente y un futuro con optimismo, que poco tiene que ver con la historia pasada del cine vasco”, comentó Rodríguez, quien recordó que hasta 1990, cuando lo hizo Ana Díez con Ander eta Yul, una mujer no había dirigido nunca antes una película en Euskadi. 

A ella, precisamente, junto a otras dos cineastas pioneras como Helena Taberna y Yannick Bellon, va dirigido uno de los cuatro principales apartados del libro. Los otros tres toman como puntos de partida los temas, la representación de género y la diversidad estética y formal de las directoras vascas -Perspectivas globales-; la mirada de las documentalistas, el desarrollo del programa Kimuak y las adaptaciones de obras literarias -Géneros, formatos y adaptaciones-; y los esfuerzos de asociaciones y festivales por impulsar y visibilizar el cine realizado por mujeres -Producción, distribución y recepción-.

Una nueva realidad

Para Rodríguez, la notable mejoría de producciones lideradas por mujeres en Euskadi no se puede entender tampoco sin realizadores como Jon Garaño, Aitor Arregi o Asier Altuna, que han transitado en torno a temáticas similares que “forman un conjunto” junto a las actuales directoras. Sobre este asunto también se quiso detener el consejero de Cultura del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, y la cineasta y copresidenta de la asociación (H)emen, Izaskun Arandia, quienes hablaron de la importancia de continuar con iniciativas como Noka, el programa dirigido a proyectos de directoras emergentes, para seguir promoviendo la igualdad entre hombres y mujeres. 

“Es muy importante que el cine en euskera vaya a estar en Berlín, pero también lo es que una película en la que casi todo el equipo esté formado por mujeres lo esté”, indicó Zupiria, al tiempo que afirmó que también es necesario fomentar “la mirada femenina en el análisis cinematográfico”.

Arandia, por su parte, que ha escrito un capítulo dedicado a la formación de la asociación de productoras y cineastas, hizo mención a los datos aportados por el Observatorio Vasco de la cultura hace siete años sobre el papel de la mujer en la industria del cine y cómo se han quedado desactualizados. “El libro es muy importante para saber de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos. Es fundamental generar referentes en los que las mujeres puedan fijarse”, agregó.

Cineastas vascas, que cuenta con una portada creada por la realizadora Isabel Herguera, es fruto del trabajo de dos años y trata de complementar el ciclo de películas de tres años puesto en marcha por la Filmoteca Vasca para conocer los trabajos realizados por estas directoras. 

El libro se suma a la colección de ejemplares publicados por la Filmoteca Vasca en los que repasa los grandes nombres de la cinematografía de Euskadi y de directores de la talla de Álex de la Iglesia, Julio Medem o Enrique Urbizu. Al igual que los anteriores, la publicación se puede adquirir a través de la página web de la institución y en librerías.