Izaro reivindica “la ternura como revolución” en su primer documental

La propia Izaro Andrés Zelaieta confirma la dirección de la obra titulada Limoiari eztia, en la que “los espectadores asisten a la preparación del concierto de la cantante vizcaina en el velódromo de Anoeta”, detallan desde la organización de Zinebi. Hacen referencia al multitudinario bolo con el que hizo historia la compositora, quien obtuvo el mejor expediente académico en el Grado de Comunicación, por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del Campus de Donostia de la Universidad de Deusto.

“Es un proyecto muy íntimo, bonito y duro a la vez, terapéutico y muy acompañado”

Izaro - Cantante

Izaro y su grupo hicieron historia y a continuación la razón. Ocurrió el pasado mayo. Izaro fue la primera mujer euskaldun en colgar el cartel de soldout en la taquilla del histórico Velódromo de Anoeta. Llenaron las 5.800 localidades del pabellón deportivo que de forma oficial lleva el nombre Antonio Elorza. 

El documental -guionizado por ella misma- suma al título de Limoiari eztia (Al limón, miel), un subtítulo como es “reivindicar la ternura”. “El proceso de este documental -desmiga la autora de éxitos pop como La felicidad, Delirios o Mi canción para Elisa- ha sido muy especial para mí, muy especial, arduo, hermoso y difícil”, esgrime y va más allá aseverando que, junto a Ander Merino Etxebeste, ha tratado de plasmar en su ópera prima su “viaje emocional personal, los tratados de paz, la cooperación y la revolución del cuidado y la ternura. Es un proyecto muy íntimo, bonito y duro a la vez, terapéutico y muy acompañado”, valora y va más allá al aseverar que es un proyecto íntimo, de trabajo conjunto y terapéutico. 

“Un trozo de su vida”

Izaro se muestra con mariposas en el estómago y encantada porque, de algún modo, en esta película se desnuda ante la audiencia. “Muestro un trozo de mi vida”, amplifica quien, al mismo tiempo, agradece a su manager, Sergio Cruzado, “por verme tanto, tan bien, y por seguir mirándome y viéndome más. Y también a mi terapeuta”, completa quien ha aportado canciones a bandas sonoras de películas como Pikadero (de Ben Sharrock), Nora (de Lara Izagirre) y en estos días en los créditos de El vasco (de Jabi Elortegi).

La comunicadora hizo historia, decíamos, y a continuación la razón. Ocurrió el pasado mayo. Izaro fue la primera mujer euskaldun en colgar el soldout, tras vender las 5.800 localidades del histórico velódromo de Anoeta. Para entonces, rebobinando, había firmado tres discos, apariciones en programas y concursos de televisión en ETB y formó parte del coro joven de Mallabia, con la curiosidad de que “me muero de la vergüenza si tengo que hacer un solo”, aseguraba. En aquellos días, no sabía tocar la guitarra y sus primeros trasteos en el mástil de seis cuerdas le llevaron a hollar quizás su canción más redonda: Paradise. También Tu escala de grises. 

“He tratado de plasmar mi viaje emocional personal, los tratados de paz, la cooperación y la ternura”

Y disco a disco, logro a logro, escalón a escalón llegando al número dos de ventas del Estado se dio de bruces con la pandemia del coronavirus, como el resto de los mortales. De ahí, nació el sueño de un disco doble con colaboraciones de algunas de sus canciones. Y llegaron Amaral, Eñaut Elorrieta, Zahara, Pedro Pastor y más y más, a estar presentes en su disco Limones de oro. Ahora, el día 14 de noviembre, al oro de sus éxitos agregará un ingrediente que siempre ha incluido en sus melodías: la miel. El documental -guionizado por ella misma- suma al título de Limoiari eztia un subtítulo como es “reivindicar la ternura”, fin que de forma buscada o no, lleva labrando desde hace años. 

Entre las películas seleccionadas en Zinebi se encuentran Tetuán (Iratxe Fresneda, 2022), Bigarren ekitaldia (Ainhoa Urgoitia y Enrique Rey, 2022), el más reciente cortometraje de Velasco Broca, Alegrías riojanas (2022) o la cinta que nos ocupa, Limoari eztia, cosecha de Izaro Andrés y Ander Merino. “¡Pufa! Hasta aquí hemos logrado llegar…”, pone Izaro punto final con una sonrisa.