SIN falta, una vez a la semana amigos, vecinos y desconocidos se reúnen para aprender, admirar y debatir sobre una película. No lo hacen en las salas de cine convencionales, sino en auditorios y teatros llenos de personas aficionadas al cine y a una buena charla. Con la entrada en la mano entran al recinto, buscan su sitio y, mientras se sientan en las butacas, dan la mano a quienes tienen a su lado y después de unos minutos, se hace el silencio. Empieza su cita semanal con una gran pantalla, monólogos informativos y debates variados.

Espectadores en la proyección de una película en la década de los sesenta en el cineclub FAS. | FOTO: CINE FÓRUM PERSEO

El gusto por ver y opinar sobre cine puede existir en todos lados, pero algunas de las asociaciones encargadas de impartir esta actividad son los cinefórums Perseo, Las Arenas y FAS. Lugares dedicados al cine, a verlo, investigarlo y debatirlo. Los cinefórums o cineclubes son una actividad grupal en donde la educación y el análisis cinematográfico son el plato fuerte de la noche. Contrario a un cine comercial, el cine fórum se divide en tres bloques correspondientes a la presentación, la emisión de la película y el coloquio. Es la introducción a la película mediante meticulosos detalles de su producción, la selectiva elección de esta y el posterior diálogo entre el público, lo que le da su esencia.

Cartel de una sesión de los cincuenta en el FAS.

Su historia comenzó en el siglo pasado. Su auge se dio en España entre la década de los sesenta y setenta. Cuando Franco aún vivía y la censura del régimen recaía en la sociedad española, los cinefórums, más allá del entretenimiento, tenían un papel político entre la juventud de aquel momento. Y son precisamente los jóvenes de aquella época, el público más habitual en los actuales cineclubes. Directores de los cine fórums en Bizkaia coinciden en que los asistentes más fieles a este tipo de eventos son personas mayores con edades que rondan entre los cincuenta y ochenta años.

La ausencia de nuevos públicos puede tener varias causas. Así lo cree Oskar Fernández, director del Cinefórum Las Arenas, ubicado en Getxo. “Los jóvenes se han acostumbrado a ver películas en dispositivos electrónicos”, asegura. La actriz vizcaina Aintza Uriarte explica que ahora “hay un acceso audiovisual más sencillo”, además de que “los cinefórums se consideran como algo para la gente mayor”.

Eva Vázquez , durante un momento del debate.

Al final todos coinciden en que, independientemente de la edad, quienes asisten a un cinefórum son personas amantes del cine, de la cultura y el aprendizaje, a los que tampoco les molesta salir de su zona de confort. Es lo que cree Eva Vázquez, directora del Cinefórum Perseo, asentado en Leioa: “Les mueve la inquietud por el conocimiento. Muchas veces las películas los han dejado en shock, pero son esas las que se te quedan pegadas en la piel y te hacen pensar. De hecho, gran parte de ese efecto se consigue durante las presentaciones”.

“Cuando conoces algo es más fácil que lo comprendas y, por ende, que lo aceptes”, explica Vázquez. Y esa aceptación es clave en el público, es la que genera empatía sobre temas polémicos a nivel social. Tópicos que oscilan bastante entre las películas proyectadas en los cinefórums.

“Siempre debemos tener en cuenta que, a pesar de que una película es ficción, hay muchos aspectos cercanos a la vida real”, expresa Jorge Barrio, miembro de la secretaría del cineclub bilbaino FAS. A lo largo de los años, numerosas películas han colmado las pantallas no solo con escenarios ficticios, sino también con historias auténticas. Oskar Fernández opina que el cine posee la habilidad de “recrear en dos dimensiones” relatos que a menudo tienen espacio en la realidad.

Es por eso por lo que las películas proyectadas poseen detrás un profundo y cuidadoso proceso de selección. Uno de los pilares en asociaciones como los cinefórums es la proyección de películas con un alto nivel de calidad. Eva Vázquez cuenta que, en el caso del Cinefórum Perseo, se elaboran “ciclos temáticos” porque lo que se busca es “abordar varios tópicos” a través del cine. Sumada a las realidades mostradas en las películas, el simple hecho de verlas en una pantalla grande ya hace del cinefórum una experiencia distinta. Es por eso que por sí solos son una herramienta más para promover el cine como experiencia colectiva.Genera un sentido de pertenencia, convierte a vecinos en amigos y genera una red de lazos afectivos”. José Luis Gómez es asiduo del Cinefórum Perseo y cree que “el gota a gota genera algo muy importante en una sociedad tan individualista como la nuestra”.

Los cinefórums son espacios abiertos a todo tipo de personas, sin importar su edad, carrera o conocimiento cinematográfico. “Hay médicos, abogados, ingenieros, amas de casa y barrenderos. Asiste quien le guste el cine y le interesa aprender”, añade la directora del cine fórum Perseo. No existe el miedo a la discrepancia. Esta experiencia grupal tiene su plato fuerte en el coloquio, la tercera y última parte de un cine fórum. “El público tiende a profundizar en los aspectos artísticos del filme e intenta traspasar lo visto en la pantalla”, declara Jorge Barrio.

“El objetivo es generar un debate sobre temas de actualidad”, señala Eva Vázquez, quien indica que los espectadores se “arriesgan” porque saben que están creando una opinión que “antes no tenían”. Mila Resa, quien asiste con asiduidad a Perseo, asegura que “si no vas al coloquio te quedas a medias, es otra película aparte”. “Al final del día, el cinefórum no oculta lo que existe con las películas que proyecta, al contrario, lo muestra”, complementa José Luis.