El rockero estadounidense Jesse Malin, quien se diera a conocer en el grupo punk D Generation, visita este domingo Bilbao, donde presentará su último disco, Sad and beautiful world, en la sala Crazy Horse, a las 13.00 horas, con entradas a 15 euros anticipadas y 18 en taquilla. Por su parte, el mismo domingo pero en el Kursaal donostiarra, la cita será con la elegancia clasicista y pop del canadiense Rufus Wainwright.

Rockero de postín reconocido por figuras como Bruce Springsteen, Ryan Adams o Lucinda Williams, Jesse Malin es un outsider, un músico alejado de los focos del negocio y obligado a patearse salas pequeñas a pesar de los halagos constantes de colegas de profesión como el líder de Green Day, Billie Joe Armstrong, que dijo en una ocasio?n que "Nueva York es el centro del universo y no existiría sin Jesse Malin".

Malin y su banda visitan Bilbao en el marco de la gira internacional de presentación de su último disco, un álbum doble titulado Sad and beautiful world, en el que consolida su rock de autor, destilado tras la experiencia punk de su paso por D Generation. "Este disco es para los supervivientes, los son?adores, los que se marchan y los creyentes", asegura su autor sobre estas 15 canciones nuevas. "Mi mu?sica siempre ha ido sobre renacimiento y redencio?n. Por ello, Sad and beautiful world es para aquellos que reu?nen las piezas y encuentran belleza en la locura", apostilla.

El álbum, editado en el sello Wicked Cool Records, es la continuacio?n de Sunset kids (2019), el aclamado trabajo de Malin producido por Lucinda Williams, que vuelve a colaborar con él en el tema Backstabbers. Álbum que saca su título de un diálogo de la inolvidable película Bajo el peso de la ley, de un juvenil Jim Jarmush, ofrece dos caras diferentes, una más calmada y ancladas en las raíces, y otra más arisca y rockera.

En el repertorio más roots destacan canciones de tempos medios y baladísticos como Greener pastures o su versión del Crawling back to you de Tom Petty. El equilibrio rockista lo ponen piezas más eléctricas como State of the art, la citada Backstabbers o Dance with the system, que acaban ofreciendo posibilidades para emocionarte el corazón y para agitar el cuerpo. "Las sirenas, las protestas, los disturbios y las oscuridad al otro lado de mi puerta definitivamente han guiado el camino en estas canciones", explica Malin sobre su creación durante la pandemia. La soledad, ansiedad y pánico se transformaron en un nuevo disco. "Todo llego? al punto de ebullicio?n, y au?n asi? encontramos la manera de superarlo", apostilla.

Wainwright

También el domingo, pero en el Kursaal de Donostia, a partir de las 19.30 horas y con entradas a 40 euros, la cita será con el canadiense Rufus Wainwright. Hijo de los cantantes de folk Loudon Wainwright y Kate McGarrigle, y hermano de la también música Martha Wainwright, Rufus es un músico que desconoce las reglas. El considerado como el mejor cantautor pop de las últimas décadas, según Elton John, es un artista inclasificable, que compone canciones pop, musicales y óperas, versiona a Judy Garland, lleva a las partituras sonetos de Shakespeare o se acompaña de orquestas o de un grupo convencional.

Rufus regresa a Donostia para presentar su último disco pop, Unfollow the rules, producido por Mitchell Froom, nominado a los Grammy en 2020 y cuya gira se vio interrumpida por la pandemia. En sus 12 composiciones, coronadas por su voz maleable y emotiva, sobrevive su elegancia innata y el regusto de su herencia clásica. Destaca la impronta country de Trouble in paradise, los armoniosos coros y palmas pop de Damsel in distress, suntuosos arreglos de cuerdas, el poso negroide de You ain´t big, baladas emocionantes como Only the people that love y Devils and angels (Hatred), que fusiona electrónica, piano y cuerdas.

Tras la edición de Unfollow the rules, Rufus ha publicado un nuevo disco en directo grabado junto al prestigioso conjunto de cuerdas Amsterdam Sinfonnieta. El álbum es el resultado de la gira que compartieron en enero de 2107 por los Países Bajos, que incluyó una decena de conciertos. En el álbum se dan la mano arias de Verdi, piezas de Rameau y su amado Berlioz, clásicos estadounidenses, de Leonard Cohen y Joni Mitchell, chanson francesa, canciones de su familia y también temas propios, algunos escritos expresamente para la gira.