En tiempos en los que el humor hecho y protagonizado por mujeres cuelga el cartel de completo en cuestión de horas, merece la pena echar la vista atrás para recordar cuáles fueron las primeras comedias en conseguir lo que en su día fue un hito. A esta categoría pertenece Los monólogos de la vagina, creada por la activista feminista estadounidense Eve Ensler. Tras su estreno Nueva York en 1996, se convirtió en un fenómeno mundial que aún hoy se sigue representando sin perder ni un ápice de vigencia.

Las actrices Alicia González, Meritxell Huertas y Laia Alsina ofrecen mañana y pasado en el Teatro Campos Elíseos una versión adaptada de esta obra, en la que no traicionan la esencia del original: el objetivo sigue siendo visibilizar la sexualidad de las mujeres para romper mitos, pero también reivindicar y denunciar la violencia de género.

Chichi, almeja, conejo, coño, chirla, potorro, higo, chumino, parrús, toto... La obra comienza con una disertación sobre las mil y una formas de llamar a la vagina. Durante la rueda de prensa para presentar esta versión a cargo de Edu Pericas, las propias actrices han admitido sus reservas iniciales a la hora de vocalizar el nombre completo del espectáculo. "Estábamos muy contentas de hacer esta obra pero si nos preguntaban en la calle decíamos que estábamos haciendo unos monólogos, sin entrar en detalles", ha revelado Alicia González.

"Ahora lo hemos normalizado y hablamos de vaginas como de sillas", ha bromeado, por su parte, Meritxell Huertas, quien ha asegurado que, precisamente por ello, sigue siendo una obra "muy necesaria", dada la incomodidad que genera. "Trata de una serie de tabús que tenemos incorporados", ha indicado González, antes de que Huertas puntualice: "Nosotras los rompemos todos en hora y media".

Los monólogos de la vagina es el resultado de más de 200 entrevistas en las que durante tres años Eve Ensler recopiló información a raíz de una pregunta: ¿Qué piensas de tu vagina? De ahí extrajo todo lo que se refleja en los monólogos en relación al sexo, el amor, la violación, la menstruación, la mutilación, la masturbación, el nacimiento o el orgasmo.

"No ha parado de representarse y la obra sigue vigente. Es verdad que muchas cosas han cambiado pero sigue habiendo mucho que reivindicar", ha aseverado Alicia González sobre esta obra que se ha traducido a más de 45 idiomas y ha sido llevada al escenario en más de 120 países. "Desde su estreno se convirtió en manual del movimiento feminista", ha detallado.

ADAPTACIÓN

Fue la actriz Maite Merino quien después de ver la obra en Londres, en 2001, decidió importarla al Estado, donde completó cuatro temporadas en Madrid y dos en Barcelona, además de varias giras. En esta nueva versión llevada a cabo por Edu Pericas son tres las actrices monologuistas que reflejan la diversidad de las mujeres.

"No podemos revelar muchos de los secretos pero no son monólogos al uso, hay algo de interacción", ha asegurado González, quien ha considerado que a pesar de tener muchos registros no es una comedia convencional. "Lo hemos hecho un poco más cómico, pero no del todo. No puedes traicionar todo el discurso que hay detrás", ha agregado la actriz.

Así, según ha narrado Meritxell Huertas, cuando el texto llegó a sus manos la primera impresión fue señalar que los números que reflejaba estaban anticuados. "Pero cuando lo revisé me encontré con cifras peores", ha confesado. "Si antes en México ocurría una violación cada doce segundos ahora es cada ocho segundos, aunque sea porque quizás se denuncie más", ha concretado.

La obra aborda datos de mutilaciones, de procedimientos para reconvertir a las lesbianas... "Nos pusimos a investigar. Eso sigue pasando y está igual o peor", ha aseverado Alicia González. En la actualización que se ha llevado a cabo, de hecho, también se han incluido referencias cercanas de sucesos "terribles", como la violación grupal de La manadacometida hace unos años.

Esta adaptación ya ha sido testada en Barcelona, donde de forma intermitente llevan escenificándola desde antes de la pandemia. "Sigue llegando mucho a todo el público y es para todos los públicos. Los hombres también se sienten interpelados. No es una obra de chicas para chicas", ha explicado Huertas, quien ha apuntado que también han realizado una pequeña gira por pequeñas localidades de Catalunya: "Nos quedamos apabulladas con la respuesta, fue espectacular". Aunque debido al coronavirus la interacción con el público es menor de la que hubieran deseado, confían en que los espectadores bilbainos respondan igual de bien.

HUMOR Y MUJERES

El trío lo completa Laia Alsina, que en esta obra se estrena en la capital vizcaina. "Somos tres mujeres haciendo comedia y eso es poner el foco en que las mujeres también podemos hacer reír", ha manifestado la actriz, que se ha referido a las polémicas declaraciones realizadas por el gerente de la sala madrileña La Chocita del Loro, quien dijo que el nivel de las mujeres cómicas era menor. "Se está comprobando con cifras que no es así: los números cantan y son las mujeres las que llenan los teatros", ha apuntado tras indicar que Los monólogos de la vagina fue una obra pionera en ese sentido. "El solo hecho de que la dramaturga fuera mujer en un ámbito tan masculinizado fue rompedor", ha señalado la actriz, quien ha considerado que a día de hoy, por suerte, ha habido una explosión debido a que las mujeres confían más ellas mismas y hay más redes de apoyo.