Ensayo sobre la ceguera,la obra El ciego de Arrate,El ciego de Arrateprimer trabajo documentado que pintóIgnacio Zuloaga retrataba invidente del barrio de Eibar

Ahora, la pintura podrá verse en la parroquia de San Andrés de la localidad armera, desde hoy hasta el próximo 20 de diciembre, como una de las actividades estrella dentro de las conmemoraciones que la ciudad armera prepara en relación al 150 aniversario del nacimiento del artista guipuzcoano.

En un inicio, este cuadro de grandes dimensiones iba a ser expuesto solo hasta el próximo día 6, en un horario reducido de 17.00 a 18.00 horas. No obstante, el interés suscitado -la pieza solo se puede visitar con cita previa- hizo que el Ayuntamiento de Eibar y Ego Ibarra, entidad para la recuperación del patrimonio cultural de la ciudad, ampliaran su estancia en la parroquia hasta el día 20. Además, desde el próximo lunes el público podrá acceder a la capilla en la que se exhibe la obra entre las 16.30 y las 17.30 horas.

Aunque la capilla abrirá al público general, el lunes se descubrió el cuadro en un acto para la prensa. Se trata de una de las actividades por el 150 aniversario del nacimiento del pintor eibartarra. El ciego de Arrate fue expuesto por primera vez en 1887 y desde entonces no había visto la luz. Es el primer trabajo documentado de Ignacio Zuloaga, un pintor nacido en una familia de artistas, y fue mostrado cuando él apenas tenía 17 años. Los expertos aseguran que pudo pintarlo ese mismo año o el anterior.

Eso sí, con la elección del invidente de Arrate como modelo, el pintor demostró cuál iba a ser su línea de trabajo: representar a los desfavorecidos. "Es un artista que dedica cientos de cuadros a los marginados sociales, a prostitutas, ciegos, jorobados, enanos y pobres de solemnidad", explicó Ignacio Suárez-Zuloaga, bisnieto del artista y presidente de la Fundación Zuloaga, entidad propietaria del lienzo, que adquirió hace un año en una casa de subastas de Chicago por "decenas de miles de dólares". "En este caso lo pinta, como casi siempre, no dando pena, sino con una gran dignidad", apuntó Suárez-Zuloaga, que también hizo referencia al interés de su bisabuelo por las obras de grandes dimensiones, algo que ya se percibe desde esta primera que tiene un tamaño de 135 por 185 centímetros.

El presidente de la fundación añadió que "los valores estéticos e ideológicos" del artista eibartarra, que luego mantendría "durante toda su vida", ya están en este trabajo seminal. "Las piedras son muy parecidas y están hechas de la misma forma a las que aparecen en La fuente de Eibar, que es de poco después. Y hay un perro, animal que pintó en muchísimas obras, sobre todo en la primera época", aseguró.

Viaje por el mundo

El ciego de Arrate, una pieza sin firmar, llegó a la casa de subastas estadounidense hace dos años. La obra fue encontrada por los descendientes de un cónsul chileno en París que la adquirió en su día, junto a documentación que certificaba su origen. "No se sabía nada del paradero de esta pintura. Además, Zuloaga, que era más vanidoso desde el punto de vista artístico que otros y sufría mucho cuando algo no le salía como él quería, destruyó muchas obras de su primera época. Las localizaba, las compraba y las destruía", explicó Suárez-Zuloaga.

Tras su compra en Chicago, el lienzo viajó a Madrid para ser restaurado. "Era un cuadro que había sufrido mucho, pero la figura estaba bastante bien. Hemos hecho una labor de consolidación", desveló Suárez-Zuloaga.

Pese a la restauración, el ciego no ha recuperado la vista. Eso sí, todos los demás pueden abrir los ojos y admirarlo.

La obra. Ignacio Zuloaga pintó 'El ciego de Arrate' en 1886 o 1887, cuando aún no había cumplido 18 años. El cuadro completo mide 135 por 185 centímetros y se podrá contemplar en la parroquia San Andrés de Eibar, hasta el 20 de diciembre.

Fundación Zuloaga. Después regresará a Zumaia, al museo de la Fundación Zuloaga, propietaria de la obra desde hace aproximadamente un año, cuando fue comprada en una subasta en Chicago.