“Las canciones de ‘Basque selfie’ conforman la banda sonora de mi vida”

Su música se edita ahora, pero ‘Basque selfie’ se proyectó en Zinemaldia. Guardará un buen recuerdo....

-Es un festival impresionante que sitúa a Euskal Herria en el mapa y da a conocer nuestra tierra por todo el mundo. Y nació un 21 de septiembre de 1953, exactamente 66 años antes de la primera proyección pública de nuestra película. Además del glamour logrado, hoy es un gran tejido de arte e infraestructura que no excluye proyectos económicamente más humildes como el nuestro. Solo tengo palabras de agradecimiento al festival y a su director, José Luis Rebordinos. Nos sentimos atendidos a la par que las estrellas de cine.

¿Cómo vivió su acogida?

-Fue muy emotivo. Se proyectó en cuatro salas, en días consecutivos a la presentación, y acudieron el equipo técnico, parte del equipo artístico y familiares y amigos, a quienes agradezco el apoyo. La segunda proyección fue íntegramente en euskera. El aspecto lingüístico es un detalle elemental más en la historia. Durante dos de las proyecciones pudimos atender las preguntas de los espectadores, y en todas se agotaron las entradas.

A muchos les sorprendió su trasvase artístico.

-Nunca hubiera pensado hacer una película, ni sumergirme en labores de actor. De hecho, sigo situando mi perfil como músico. Además, contando un pasaje duro de mi vida... Y menos en Zinemaldia. ¡Qué te voy a decir! Sorpresa, entusiasmo, emoción y, por supuesto, nostalgia por quienes ya no están con nosotros....

La película no se estrenará en cines hasta febrero. ¿Por qué?

-El proyecto ha ido muy rápido. Aunque la idea y el desarrollo del guion llevaran cociéndose un par de años, el rodaje se finalizó en mayo. A partir de entonces fue una intensa carrera para llegar a Zinemaldia. Durante el recorrido debes tomar muchas decisiones, y en proyectos de este calibre las ayudas económicas son imprescindibles. Es por estos temas que la calificación fílmica no se haya solicitado hasta ahora, y la distribución es algo más tardía. Poder estrenar en cines ya es un regalo, y la historia no va cambiar... La fecha de estreno es adecuada y espero que a los espectadores les resulte igual de atractivo y entiendan esta historia de tradición, tal y como hemos querido reflejar.

Y la cuenta en primera persona.

-Sí, es un relato basado en hechos reales que narra nuestra historia familiar, la demolición de nuestro baserri, que databa de 1540, para dar paso a una nueva carretera. Muestra mi lucha contra los acontecimientos para intentar proteger nuestras raíces.

¿Qué persigue mostrando esa historia en el cine?

-Me gustaría que reflexionáramos sobre los valores que nos rodean y sobre los que debemos mantener para las generaciones venideras; el necesario equilibrio entre la tradición y el progreso. Es algo que hoy en día no tenemos muy en cuenta.

Y ahora se publica la banda sonora de ‘Basque selfie’. ¿Qué incluye?

-Una docena de canciones que son la banda sonora de mi vida, la que me ha acompañado durante los últimos años, laboral y personalmente; incluso en los momentos difíciles que se cuentan en el film. Son temas variados, la mayoría de ellos acompañados por la Orquesta Sinfónica de Bilbao, con los arreglos de Xabier Zabala.

Son casi todas canciones conocidas ¿verdad?.

-Once sí, pero también incluye Iraun, un tema inédito que compuse originalmente para la película. En él reflejo los sentimientos de los acontecimientos mostrados en la película. Junto al nuevo tema presentamos también un videoclip poco habitual en Korrontzi, ya que son imágenes del propio film, no la interpretación del tema al uso.

El lanzamiento aporta también el guion de la película. Esa es una novedad importante. ¿Por qué?

-Sí, la mayor novedad al margen del audio es la incorporación del guion original de Basque selfie, escrito por Izaskun Iturri y el propio director, Joaquín Calderón. Como he comentado anteriormente, se trata de las melodías que me han acompañado en todo lo que pasa en este guion. Así, quien tenga interés en leerlo puede imaginarse sensorialmente el transcurso de los sucesos. Me parece una bonita idea que se complementen audio y guion en un producto único que se ha preparado con esmero.

Y llega caliente, recién sacado de fábrica para Durangoko Azoka.

-Como Zinemaldia, es otra cita anual obligatoria, para mí y para Korrontzi. Es una de las ilusiones anuales, la de presentar los nuevos productos, la rutina detrás del mostrador, juntarte con gente que no ves durante todo el año, el cansancio, la motivación... Ver cómo crece la Azoka es para mí, para Korrontzi y para toda la cultura vasca una gran alegría, una señal de buena salud cultural y tradicional. Aunque solo se vea durante cinco días al año, nuestra música y cultura no solo han sabido sobrevivir, sino que brotan con más fuerza cada año. Espero que esto sea uno de los valores que sepamos conservar para el futuro.