Las pinturas quebradas de Ángela de la Cruz, en Azkuna Zentroa
La artista redefine los límites de su obra, acercándola a la tridimensionalidad
bilbao - Azkuna Zentroa exhibe la mayor retrospectiva dedicada en el Estado a Ángela de la Cruz, la artista que ha redefinido los límites de la pintura acercándola a la tridimensionalidad al quebrar el marco y el bastidor de sus cuadros. La exposición, que contiene 25 obras de esta artista realizadas entre 1996 y 2017, muchas de ellas nunca expuestas antes al público, es una coproducción de Azkuna Zentroa y el Centro Gallego de Arte Contemporáneo , y viajará a Santiago de Compostela en febrero de 2019 cuando concluya su exhibición en Bilbao el 20 de enero del año próximo.
Ángela de la Cruz (A Coruña, 1965), una de las artistas españolas más reconocidas internacionalmente, recibió en 2017 el Premio Nacional de Artes Plásticas y desde mediados de los 80 reside en Londres, donde estudió arte y ha desarrollado toda su carrera artística.
La exposición, titulada Homeless (Sintecho), hace referencia a la preocupación de la artista por cuestiones sociales como la desigualdad social, la guerra y el terrorismo, que impregna toda su obra desde que en 1995 la iniciase con sus pinturas sobre “lo cotidiano”, explicó la comisaria de la muestra, Carolina Grau, en su presentación ayer a los medios.
A este periodo corresponde la obra que da título a la muestra, una de las primeras de su carrera y la primera en la que la artista intentó romper los límites de la pintura y “desacralizarla” para hacerla “más humana”, al quebrar el marco y el bastidor que contenían el lienzo, un óleo monocromo color marfil de grandes dimensiones que colocó en una esquina apoyado en el suelo.
Esta obsesión por humanizar la pintura también recorre toda la producción artística de De la Cruz, quien, según explicó la comisaria, concibe el bastidor que contiene el lienzo como “una extensión de su propio cuerpo”. “Esto hace que su obra se vea como muy humana porque siempre está referenciada a sus medidas corporales: su torso, su altura”, agregó Carolina Grau.
Otra de las características de la obra de Ángela de la Cruz es “el diálogo que consigue establecer entre la pintura y la escultura”, al convertir en esculturas sus pinturas a través de la ruptura del bastidor que las alberga.
De esta forma, agregó la comisaria, De la Cruz consigue que sus “cuadros”, en su mayoría monocromáticos, adquieran volumen y no necesiten necesariamente aparecer colgados de la pared, sino que pueden apoyarse sobre el suelo o colocarse tumbados sobre el piso, como en el caso de la obra Half Cluter (2004), dedicada al atentado yihadista de Madrid.
El director de Azkuna Zentroa, Fernando Pérez, por su parte, mantuvo que al quebrar el bastidor de sus cuadros consigue que las obras se retuerzan sobre sí mismas, lo que les aporta un cierto sentido de tridimensionalidad que los cuadros no tienen por sí mismos. - Efe