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Aburto: “Me une a este cuadro de Arteta una historia personal con mi hijo”

El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, elige ‘El puente de Burceña’ en el Bellas Artes

Aburto: “Me une a este cuadro de Arteta una historia personal con mi hijo”Oskar González

bilbao - Aurelio Arteta (Bilbao, 1879; Ciudad de México, 1940) es para el Museo de Bellas Artes como Goya para El Prado, una de las personalidades artísticas más influyentes y mejor representadas en la institución. Comenzó su carrera como pintor en Madrid tras pasar por la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao pero recibió sus mayores influencias pictóricas durante su estancia, con una beca de la Diputación Foral de Bizkaia, en el París de principios de siglo.

Allí contempló las obras que realizaban artistas de la talla de Paul Gauguin, Paul Cezanne o Toulouse-Lautrec y conoció la pintura social de Puvis de Chavannes. Posteriormente, en Italia, contactó con el Renacimiento italiano y la pintura mural.

El pintor bilbaino fue el primer director del Museo de Arte Moderno de la villa, cuando éste abrió sus puertas en 1924 en unas dependencias de la Diputación, granjeándose el respeto y la confianza de un amplio espectro de sectores culturales, sociales y políticos que trataban de construir una Bizkaia emporio industrial y capital cultural emergente a comienzos de este siglo. La Guerra Civil le obligó a exiliarse a México, donde falleció en un accidente de tranvía en el año 1940 cuando se dirigía junto con su esposa a visitar a sus hijos.

Para el alcalde de Bilbao y actual presidente de la Fundación del Museo, Juan Mari Aburto, “este bilbaino, de la calle Askao, es sin duda uno de los pintores vascos contemporáneos más importantes; lo suelo calificar como el pintor de los vascos, una referencia en el mundo del arte”. Pero además, el primer edil de la capital vizcaina tiene una historia personal con uno de sus cuadros, El Puente de Burceña, así que cuando DEIA le pide que seleccione una obra de la exposición 110 años, 110 obras en el Bellas Artes,nos cita directamente ante él. “Era un sábado a la mañana y vine al museo con mi mujer Arantxa y mi hijo Asier. Recuerdo que queríamos ver la exposición Aurelio Arteta: una mirada esencial, 1879-1940. Mi hijo pequeño tenía cuatro años y en el colegio La Salle estaba con un programa educativo e innovador, Ulises, en el que todas las mañanas les pasaban unas láminas de temas muy diversos, entre ellos de arte. Una de esas láminas fue precisamente esta obra de Arteta. Cuando visitamos el museo, había muchísima gente viendo la exposición y de repente mi hijo se soltó y dijo delante de todo el mundo: ‘Aita, ama, el Puente de Burceña, de Arteta. ¡La gente se miraba y no daba crédito a que un niño tan pequeño conociera este cuadro! Tengo un gran recuerdo de esa historia tan personal y bonita para nosotros, que ayer recordaba con mi hijo. Por eso me transmite tanto este cuadro, recuerdo a mi hijo y su emoción cuando lo vio colgado en la pared”.

Una emoción por esta obra que el alcalde de Bilbao también comparte con su hijo. “Además, la imagen del puente es muy evocadora, son símbolos de unión entre sitios, entre personas... Este puente es prácticamente limítrofe entre Bilbao y Barakaldo, lo que también le hace especial. Es un entorno al que estoy dedicando mucho esfuerzo, el esfuerzo que se merece, por otra parte, a este lado del puente, el de Zorrotza, en el que estamos trabajando mucho”.

Realizada en fecha imprecisa, pero situada por algunos historiadores entre 1925 y 1930, fue una obra atípica del artista, que hasta entonces se había dedicado a realizar obras costumbristas, pero no de naturaleza urbana. “Arteta vive mucho de ese realismo social, de ese costumbrismo, pero con este cuadro da una especie de salto de la sociedad rural a una mucho más urbana. Refleja esa predilección por los barrios, por pintar esos espacios industriales, fabriles, casi suburbiales en algunos casos... Arteta fue hijo de una familia obrera, de él se llega a decir que es el pintor de lo social. Tuvo dos amistades que marcaron mucho su vida, Indalecio Prieto y Ricardo Bastida. Algunos han visto la plasmación de una ideología filo-socialista. Yo creo que era un pintor social, no socialista, con afinidades claras con el nacionalismo”.

un museo con presente y futuro La relación del alcalde de Bilbao con el museo viene desde muy pequeño, “desde que cuando en el colegio nos traían al Bellas Artes. Está muy bien que el arte se acerque a los niños, es algo que debemos cultivar y tenemos la suerte de tener este museo, absolutamente accesible, con una exposición magnífica”.

Aburto confiesa que, como ciudadano, visita la pinacoteca aunque menos de lo que le gustaría. “Tengo poco tiempo libre, pero me gusta venir al museo y perderme por sus diversos espacios. El Bellas Artes es un museo que tiene presente, pero que sobre todo tiene futuro, es una parte importante de la vida cultural de Bilbao. En el futuro de la capital vizcaina la pinacoteca tiene que tener un protagonismo especial, de eso no tengo la mínima duda. Y, desde luego, trabajaré para ello”, se compromete Aburto.