BILBAO. El año pasado, este sistema generó protestas de los usuarios por la tardanza en devolver el dinero que había quedado en las pulseras, casi un mes después de celebrado el festival y porque las cantidades inferiores a dos euros no eran susceptibles de devolución.

En esta edición, la promotora privada del festival, Last Tour International, ha decidido repetir la experiencia del pago electrónico a través de un chip implantado en la pulsera que da derecho a acceder al recinto que deberá ser cargado y recargado on-line antes de entrar al festival o en alguno de los puntos físicos que se establecerán en el recinto.

La promotora ha informado hoy en un comunicado de que, en esta ocasión, y para evitar los problemas generados el año pasado, las devoluciones de los importes sobrantes "serán automáticas y sin coste ni importe mínimo para las personas que hayan realizado la recarga online".

Quienes hayan realizado la recarga en los puestos físicos del interior del festival, podrán solicitar la devolución en el recinto sin importe mínimo y sin coste extra.

Además, 4 días después de concluido el festival, que tendrá lugar del 12 al 14 de julio próximo, se habilitará un portal de devolución donde tampoco habrá importe mínimo, pero sí se aplicará un coste por transferencia.

Otra novedad introducida este año es la de que la consulta de saldo que tengan las pulseras podrá realizarse en cualquier punto de recarga o dispositivo de cobro del festival.