ARCO clausura su edición más controvertida

Madrid - La 37ª edición de la feria internacional de arte contemporáneo ARCO cerró ayer sus puertas con un balance “muy positivo”, especialmente en cuanto a ventas, entre un 10% y un 20% más, según la estimación provisional de la dirección, pero rodeado de la polémica y la controversia por la censura a una obra de arte.

“La estimación global de ventas se hará más adelante, estamos elaborando ahora una encuesta con los galeristas, pero creo que superará entre un 10% y un 20% los resultados de años anteriores”, señaló Carlos Urroz, director de la feria. En cuanto al número de visitas, a falta de contabilizar todo el día de ayer, se mantiene alrededor de las 100.000, como el año pasado, de las que unas 30.000 corresponden exclusivamente a visitantes profesionales en los dos primeros días de feria.

Urroz recordó que las piezas más caras no se venden por impulso, muchas van a parar a museos y tienen que recibir aún el visto bueno de un patronato, pero avanzó que “ha habido ventas de obras de más de un millón de euros”.

Los datos confirman que la polémica desatado en la jornada inaugural por la censura de la obra Los presos políticos en la España contemporánea de Santiago Sierra no ha sido un obstáculo para las ventas. Urroz afirmó tiene que servir de lección para respetar la libertad de expresión. “Pedir a la galería que retirara la obra fue una decisión desacertada y que la galerista la retirara también, pero esto tiene que servir para aprender que en ARCO todos los artistas tienen libertad de presentar la obra que quieran”. Sobre la creciente judicialización de los contenidos artísticos, Urroz defendió que en el arte “la libertad de expresión tiene que ser total y absoluta”.