Holzer dona tres obras al Guggenheim y presenta su "monstruo" reconstruido
En el atrio de museo está colocada desde la inauguración su "Instalación para Bilbao"
BILBAO. Holzer tiene una larga y profunda vinculación con museo bilbaino, en cuyo atrio está colocada desde la inauguración su "Instalación para Bilbao", unos postes por los que suben textos de luces rojas que fueron creados específicamente para el centro artístico vizcaino, que visitó cuando estaba en construcción.
Esta obra ha sido "reconstruida" este año con la colaboración de la propia artista, con una "refabricación" que incluye su estructura interna, nuevo "software" y "hardware" y diodos led modernos mucho más brillantes que los instalados hace veinte años.
"Es un ave fénix", ha dicho Holzer, que ha destacado que con los nuevos diodos y la pintura brillante incorporada a las paredes cercanas ahora la luz con sus textos rebota por todo el museo. "Hace que encaje francamente bien y forme parte de esta arquitectura extraordinaria y llena de curvas", se ha congratulado.
En cuanto a las obras donadas, se trata de cuatro bancos con textos esculpidos.
La pareja de bancos de mármol blanco de la serie "Arno" (2010) ya estaban en el Guggenheim Bilbao, y su texto, en euskera, fue escrito originalmente por Holzer para una campaña de una ONG de lucha contra el sida, aunque luego los adaptó como una reflexión más genérica sobre la muerte, la pérdida y la intimidad.
Otro de los bancos donados, de granito blanco, pertenece a la serie "Viviendo" (1989), y el tercero, de la serie "Supervivencia" (1989), es un banco semicircular de granito rojo, ubicado en una "esquina muy bonita" del Guggenheim, con vistas al atrio.
Holzer ha recalcado que estas obras son tanto para leer los textos, que es su herramienta artística, como para sentarse en ellos.
"Yo me agoto viendo museos y solo quiero un banco para descansar, pensar en lo visto o recuperar energía para seguir la visita", ha señalado.
La artista norteamericana ha destacado que para ella trabajar con textos sobre piedra es un "alivio" y le resulta "muy divertido" cambiar después de hacer sus habituales "cosas electrónicas".