madrid - El cine español recaudó 65 millones de euros en el extranjero en 2016, casi un 5% más que el año anterior, pero es una cifra insuficiente para un mercado potencial de 500 millones de hispanohablantes, según Ramón Colom, presidente de la confederación de productores Fapae.

“Si ese mercado lo tuviesen los franceses, los italianos o los alemanes serían los reyes”, señaló Colom en una entrevista en la que ha insistido en que el cine español debe aspirar a competir con el norteamericano si no quiere desaparecer.

La próxima semana los productores tienen una cita clave para la internacionalización de sus películas. Se trata de la undécima edición de Spanish Screenings, un evento que reunirá a más de ochenta compradores y a periodistas extranjeros, y que se celebrará entre los próximos días 20 y 22 en el marco del Festival de Cine de Málaga.

Durante estas jornadas organizadas por Fapae se entregará un premio especial a Julieta, de Pedro Almodóvar, la película más vista fuera de España en 2016 y que acumula 15,2 millones de euros de recaudación en más de cincuenta países.

Por otro lado, la sección oficial del Festival de Málaga se abre este año por primera vez al cine del otro lado del océano. Habrá nueve películas españolas y ocho iberoamericanas en competición. No obstante, Colom aseguró que aún hay mucho por hacer para potenciar la expansión internacional de películas y series, desde crear y fomentar un star system propio a llevar a cabo un estudio serio al respecto, que precisa el apoyo de la administración y de entidades privadas. “Si no lo hacemos, no habrá cine en unos años. Hay que aprender de Netflix, fabrican contenidos a toda pastilla, mientras nosotros estamos constreñidos a unas cuarenta películas importantes al año, de las que a lo mejor solo viajan diez”, alertó.

Insistió también en la necesidad del apoyo del Gobierno, tanto en este asunto como en el aumento de las ayudas a la producción. “Entiendo que con el cambio de sistema hay que acabar de pagar las películas de hace tres o cuatro años, que se llevan 30 millones, más los 30 de este año; pero para que el cine respire necesitaríamos 40 o 50 millones al año”, subrayó. El nuevo sistema, que entró en vigor el año pasado, consiste en subvenciones que se conceden de forma anticipada, en varias fases, y previo cumplimiento de una serie de criterios por puntuación, en lugar de las antiguas ayudas a la amortización, que se otorgaban dos años después del estreno en función de la taquilla. - Magdalena Tsanis