DURANTE poco más de dos minutos, la triunfadora fue La La Land. Oscar a la mejor película 2017. Ese fue el tiempo que tardó la organización de la gala cinematográfica más importante del mundo en darse cuenta de que la tarjeta leída por Faye Dunaway en compañía de Warren Beatty estaba equivocada; que les habían dado por error el duplicado de la que designaba como mejor actriz del año a Emma Stone por su papel en La ciudad de las estrellas. La auténtica ganadora era Moonlight, y quien lo anunció fue Jordan Horowitz, el productor del musical, que arrebató bruscamente la cartulina correcta a Beatty para llamar desde el escenario al equipo de la película de Barry Jenkins, al grito de “no es una broma”. Bello gesto. Error histórico. Una lástima que les sucediera a los protagonistas de Bonnie and Clyde, juntos de nuevo para conmemorar los cincuenta años de este magnífico filme.

Pero ni este aniversario, ni las críticas a Trump, ni el excelente número inicial de Justin Timberlake ni la gala en sí misma serán recordados. Todo quedó eclipsado en el momento en que se produjo la pifia. La auditora PricewaterhouseCoopers (PwC), empresa encargada de recibir, contabilizar y velar los resultados de los Oscar, lamentó ayer a través de un comunicado la equivocación y aseguró que está investigando lo sucedido. “Pedimos perdón sinceramente a Moonlight, a La La Land, a Warren Beatty, a Faye Dunaway y a los espectadores por el error”, expresó en la nota. Según PwC, los presentadores recibieron “erróneamente” un sobre de la categoría equivocada. “Estamos investigando cómo pudo suceder esto y lamentamos profundamente lo sucedido”, indicó la auditora, que agradeció la “elegancia” con la que los nominados, la Academia de Hollywood, la cadena televisiva ABC y el presentador de la gala Jimmy Kimmel “manejaron la situación”.

Denuncia política

Antes de ese instante esperpéntico, Trump fue el protagonista omnipresente de unos Oscar con mucho sabor político. “Esta retransmisión la están viendo en directo millones de estadounidenses, y en todo el mundo en más de 225 países que ahora nos odian”, atacó el anfitrión, Jimmy Kimmel, desde el comienzo. “Y quiero decir gracias al presidente Trump. ¿Os acordáis cuando el año pasado parecía que los Oscar eran racistas? Eso se acabó gracias a él”, afirmó con ironía. El humorista, con un estupendo ritmo, también se hizo eco de la polémica entre Meryl Streep y el presidente de Estados Unidos, después de que la intérprete le criticara en un durísimo discurso en los Globos de Oro y que Trump le respondiera menospreciando su talento. “Todos, uníos conmigo para darle a Meryl Streep una ovación totalmente inmerecida”, señaló con sarcasmo Kimmel. Otro de los instantes destacados fue cuando el presentador, preocupado porque Trump no hubiera tuiteado nada durante la ceremonia teniendo en cuenta su gusto por las redes sociales, escribió en directo un mensaje en Twitter, rebotado por más de 200.000 personas, preguntándole si estaba “por ahí”.

En tono mucho más serio, el director de Moonlight, Barry Jenkins, dedicó el premio al mejor guion adaptado a todos los que no creen que “no haya un espejo para ellos”. Y en unos premios con escasa presencia latina, fue el mexicano Gael García Bernal quien alzó la voz: “Como mexicano, como latinoamericano, como trabajador migrante, como ser humano, estoy en contra de cualquier tipo de muro que nos quiera separar”.

La ausencia de Farhadi

Por su parte, el iraní Asghar Farhadi, ausente en la gala para protestar contra Trump, indicó en un comunicado leído tras su victoria al Oscar a filme extranjero por The salesman (El viajante) que lamentaba no estar en Los Ángeles, pero señaló que lo hizo “por respeto” a los siete países “ofendidos por la ley inhumana que prohíbe la entrada de inmigrantes a Estados Unidos”.

Ganadora del premio al mejor guion en Cannes, El viajante supone el regreso del cineasta a su país, después de haber rodado su anterior película en Francia, lo que le ha obligado a volver a lidiar con la censura. “La censura es parte de los procesos de creación en muchos países”.

Interpretación

En cuanto a las categorías de interpretación, Emma Stone cumplió con las quinielas al llevarse la estatuilla a mejor actriz principal; Casey Affleck obtuvo el premio equivalente en la categoría masculina por Mánchester frente al mar; Viola Davis fue la mejor actriz de reparto por Fences, y Mahershala Ali hizo lo propio por Moonlight.

Por otro lado, Damien Chazelle fue el mejor director por La La Land y el guión adaptado recayó en Barry Jenkins por Moonlight. El original fue para Kenneth Lonergan por Mánchester frente al mar. En total, La La Land sumó seis de los catorce Oscar a los que estaba nominada, y Moonlight obtuvo tres.