“Soy muy hippie, me importan el ser humano y la naturaleza”
El grupo presenta su nuevo disco ‘Nuevo ciclo’, menos electrónico que los anteriores, esta noche, a las 22.00 horas en el Kafe Antzokia bilbaino
BILBAO - Tras década y media de flamenco-chill, Chambao firma en Nuevo ciclo (Sony) un disco de fusión pero más orgánico y menos electrónico, con la producción de Visitante, la mitad del dúo latino Calle 13. Su gira vasca de presentación recala esta noche, a las 22.00 horas en el Kafe Antzokia bilbaino y concluirá el próximo viernes en la Jimmy Jazz de Gasteiz. “Que vengan disfrazados, de Carnaval, y que se desmelenen, canten, salten y griten”, pide la cantante andaluza.
El título es más que explícito, ¿no?
-El nuevo ciclo es mío porque el disco lo compongo y lo hago yo, pero la banda también lo es aunque llegó después. Es nuevo porque yo he elegido los temas, la música, el productor, la portada? Me ha costado lo mío. Todo es nuevo en un disco que no busca la electrónica sino crear sonidos.
¿Es un ‘reseteo’, algo vital para el artista y la persona?
-Sí, el personal se va haciendo en el día a día y, en el caso del trabajo, cuando se puede. El mío tiene una parte creativa que me lo facilita y luego están el esfuerzo, la ilusión y los sueños. Con ellos busco el cambio.
¿Qué buscaba con esa valiente foto de portada?
-Son mis pechos en primer plano. No es morbosa ni vulgar, no busca enseñar las tetas sin más, sino hacer una especie de metáfora poética para marcar que han salido de dentro de mi pecho. Así se titula una canción.
Se desnuda en versos como “camino libre, cansada de seguir a los demás”.
-Reivindico la libertad, la personal y creativa. Nos venden la moto de la democracia y la libertad de opinión y movimiento, pero no es así. Venimos siendo desde hace tiempo gente encorsetada para ser el modelo ejemplar, y yo, dentro de un contexto de país, gente y gobierno, intento caminar lo más libre posible y fiel a mi personalidad, aunque vivo en este mundo y soy parte del juego.
Creo que los viajes que ha realizado por varios continentes han tenido un papel importante en el disco.
-Son mi fuente de inspiración. Suelo estar siempre con gente y aunque estoy a gusto porque el grupo es mi segunda familia, buenos músicos con valores humanos, en los viajes me vacío y me voy sola con una mochila a ver países con otros idiomas y religiones. Ahí salgo de lo propio y veo otras cosas. Busco relajarme también, a la vez que salen ideas.
La fusión continúa en el ADN de Chambao ¿verdad?
-Me encanta. Soy una gran forofa del flamenco pero busco fusionarlo con una picardía callejera que la generación actual no tiene porque no creció en la calle. El disco incluye reggae, una chacarera, candombe, rumba?
Y algo de folk.
-Sí, en A veces. Surgió en una expedición espeleológica en cuevas de Picos de Europa. En ese tema hablo de armonía, de luz y oscuridad.
Y hace referencia al agua, el fuego, la espiritualidad, la energía?
-Es que soy muy hippie (risas). Me gusta escribirle a la naturaleza y me importan el ser humano, el respeto a los animales? El CD está cargado de vida.
Los guiños latinos, ¿tienen que ver con el productor?
-Pues no, porque las canciones son previas a conocer a Eduardo Cabra, alias Visitante. Dicen que es mi disco más caribeño? yo no lo veo así (risas). Lo que busqué en él fue la creatividad y la frescura en la producción. Me lo he pasado muy bien y he aprendido mucho.
Opta por el cuero, la cuerda y la piel, no por la electrónica.
-Me apetecía así pero ¿quién sabe cómo será el siguiente? No es que me haya aburrido del flamenco-chill sino que este disco recoge el sentimiento de los directos y por eso tiene más madera.
¿Busca más el baile ahora?
-Desde 2005 disfruto mucho en el escenario, antes me daba mucha vergüenza. No me creía tanto esta profesión, que me da creatividad y mucho alimento. La música siempre ayuda, me alimenta y la vivo y disfruto a tope. Mi única ambición es hacer canciones, viajar y conocer gente.
Como Jorge Drexler, Ara Malikian y Jorge Pardo. Colaboran en su último disco.
-Es la suerte de ir encontrándome con colegas que luego dicen que quieren estar ahí. Es una celebración y un regalo vivir todo esto.
¿Qué espera de esta gira?
-Que la gente venga disfrazada, de Carnaval, y que intente caminar libre y disfrutar. Hay que ir a los conciertos con la mente abierta y sin guardar demasiado la compostura. Invito a que se desmelenen, canten, salten y griten. El repertorio funde algo de electrónica con las canciones actuales y hay otra parte más aflamencada que hago sentada. Serán algo más de dos horas en las que buscaré atrapar el corazón de la gente.