aNTIGUO escenario minero y obrero, hoy, la zona alta de Trapagaran, especialmente el barrio de La Arboleda, actúa como un reclamo turístico gracias a sus múltiples senderos, lagos, esculturas, alubias y bellas panorámicas del Bilbao Metropolitano. El barrio celebra el domingo su XVI feria agrícola y ganadera e invita a los vizcainos a disfrutar de sus múltiples atractivos.
En primer lugar, desde la organización de la feria, el Ayuntamiento de Trapagaran y la asociación Ronda para la promoción de la cultura agrícola y ganadera de Meatzaldea, se aboga por dejar de lado el vehículo particular y optar por disfrutar de la feria ascendiendo en el funicular de La Reineta, que salva un desnivel de 1.198 metros y cuenta con una peculiar plataforma horizontal. En su 90º cumpleaños, cumplido este año, su papel inicial, unir el casco de Trapagaran con la zona alta, queda relegado ante su poder turístico.
Ya en La Arboleda, el visitante podrá recorrer el recinto ferial desde las 10.00 horas. El apartado agrícola contará con 40 puestos del sector primario vizcaino (hortalizas, pan, pastel vasco, queso, miel?), aunque el plato fuerte es la feria ganadera, que ofrecerá más de 200 cabezas de ganado, principalmente equino. También se ha ampliado este año el número de ganado bovino.
Además, durante la mañana se podrá disfrutar también de los castillos hinchables, paseos en poni, de una exhibición de aizkolaris con hacha y motosierra, y la animación a cargo de txistularis y Südürüzkhi Farandüleiroak.
“La Arboleda está considerada el pulmón de Bizkaia y ofrece un paisaje único con sus lagos, antiguas minas a cielo abierto, una vez bajas del funicular, un transporte muy especial y casi único”, explica la concejala de Cultura de Trapagaran, Ainhoa Santisteban. “Animamos a la gente a que venga el domingo, visite los alrededores de la feria y se quede a comer y a disfrutar de la gastronomía local, centrada en la alubia”, apostilló la edil.
Muchas reminiscencias históricas ofrecen los tres lagos del barrio: Ustión, Blondis y Parkotxa, que conforman uno de los enclaves más enigmáticos de Bizkaia. Durante el paseo, si hay suerte, se puede uno topar con aves, como patos y ocas, y varias especies de peces.
Mientras las piernas recorren el espacio con casi una veintena de esculturas a cielo abierto cedidas por artistas del prestigio de Nestor Basterretxea, la vista puede disfrutar de las panorámicas de Bilbao, la ría y “media Bizkaia”. La jornada se puede completar en Meaztegi Golf o con visita al Palacio Olaso y el caserío Aiestaran. O disfrutando de sus múltiples rutas e itinerarios en bicicleta de montaña.