BILBAO - Sus rugidos no suenan ya como en su época gloriosa de los años 70 y 80, pero el irlandés Van Morrison todavía es capaz de sacar las uñas cada vez que se sube a un escenario. El compositor, saxofonista, guitarrista y cantante, leyenda viva de la música popular, se pasará hoy por Euskalduna Jauregia para ofrecer otra clase magistral de folk, jazz, r&blues y soul trufada de clásicos como Gloria o Moondance. Las entradas cuestan entre 75 y 210 euros.

Euskalduna Jauregia propone hoy, a partir de las 20.00 horas, An evening with Van Morrison, una tarde-noche con Van, The Man. Otra, una más para el afortunado público vasco que podrá disfrutar de una gira que, en esta ocasión, solo ha tenido parada en Madrid antes de recalar en su Belfast natal varios días. Una cita con aquel jovencito blanco y malencarado de timbre negroide que despuntó con Them antes de lanzarse en solitario y, hoy en día, recién cumplidos los 70 años, exhibir una de las discografías más fértiles y sobresalientes de la música popular.

“Aquí viene el hombre y te dice que el espectáculo debe continuar/ y todo lo que debes hacer es tocar la campana, avanzar y subir/ como una bailarina y el público te cogerá/ vuela, suspira, vamos, muere/ como una bailarina”. Ese párrafo de Ballerina, una de sus primeras y mejores canciones, retrata como pocas a su autor, un músico que vive por y para la música y el escenario -al que dedica buena parte de las noches del año-, aunque su avinagrado, distante y huraño carácter haga pensar en todo lo contrario.

A pesar de su edad, que ha atemperado el carácter volcánico sobre los escenarios del Morrison más joven, un poco de Van es mucho todavía. Liderando siempre a su grupo con mano firme, casi dictatorial, y sin apenas dirigirse al público, el irlandés hará un repaso por su sobresaliente discografía, en la que escarba y bucea sin complejos, picoteando del folk de su tierra y del rock, el blues, el jazz y el soul que aprendió en su juventud, y siempre ajeno a criterios más o menos comerciales, según discurra la noche y sus deseos personales porque “un artista debe pertenecer a sí mismo, no al público”, según ha explicado en alguna ocasión, fiel a su carácter lacónico.

Morrison acaba de reeditar dos de sus primeros discos: el capital Astral weeks, de 1968, que gracias a canciones como Beside you, Sweet thing o Cyprus Avenue definió su particular mundo espiritual y musical, y His band and the street choir (1970), que incluía clásicos como Domino. Ambos con rarezas y versiones alternativas.

‘Gloria’ A pesar de ello, suele pasar de largo por ambos y, si Bilbao tiene suerte, puede incluir el citado Ballerina en su concierto de hoy. Su último álbum de estudio, Duets: re-working the catalogue, es de este año y es un disco en el que comparte sus canciones con Bobby Womack, Gregory Porter, Mavis Staples, George Benson, Steve Winwood, Mark Knopfler y Michael Bublé, entre otros.

Escuchar en Bilbao temas como Moondance, el instrumental Celtic swing, Baby please don’t go, Close enough for jazz, Talk is cheap, Days like this, In the evening, Ancient highway, Enlightment o un Gloria que suele usar para despedir el concierto, no resulta barato. Las entradas cuestan entre 70 y 200 euros, más gastos, y están a la venta en las propias taquillas de Euskalduna Jauregia, Red Kutxabank, cajeros multiservicio, www.cajavital.es y www.kutxabank.es. Aun así, no cabe duda de que la cita es de esas que se dan en llamar históricas.