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Buenos ‘hermanos’ de Knopfler y Dire Straits

brothers in band, reconocido grupo tributo de dire straits, actúa hoy y mañana en el kafe antzokia de bilbao

Buenos ‘hermanos’ de Knopfler y Dire StraitsBrothers in Band

Sin cinta en el pelo, ya que la imagen “no nos preocupa tanto”, pero sí buscando “aproximarnos lo máximo posible al sonido de Dire Straits”. Así se presentarán los gallegos Brothers in Band, banda tributo al exgrupo de Mark Knopfler, hoy y mañanaen el Kafe Antzokia. El recital, de dos horas y media y con “todos sus clásicos”, busca “rendir homenaje a una de las mayores bandas de rock de la historia de la música”, explica su cantante y guitarrista, Óscar Rosende.

El músico puso en marcha en A Coruña, en 2008, Brothers in Band, que alude al título del exitoso disco de Brothers in arms. Aquel cuarteto es hoy un grupo que “mueve” a quince personas, entre músicos y técnicos. “Ampliamos la banda hasta una formación exacta a la de Dire Straits en 1991/92, con nueve músicos entre percusión, batería, pedal steel guitar, saxo, teclados, guitarras y bajo. Es una manera de ofrecer algo único y espectacular donde los arreglos instrumentales están muy cuidados”, indica el líder del grupo.

Rosende, que toca la guitarra “usando la técnica de fingerpicking (con los dedos, a la vez ritmo y melodía) que Knopfler popularizó en 1978”, se empapó de Dire Straits “en un viejo cassette que tenía en mi habitación” y considera a su líder como un instrumentista único. “Knopfler consigue lo que ningún otro, ser capaz de usar la guitarra como si fuera su mejor voz, y así plasmar esas melodías que sus cuerdas vocales no le permiten pero sí las de una guitarra”, indica.

La fidelidad del sonido de Brothers in Band es tal que Guy Fletcher, teclista de los Straits, se equivocó al oír a los gallegos y pensar que “estaba sonando una grabación” del grupo, lo que “nos hace estar felices de nuestro trabajo”. El grupo presentará en Bilbao “un repaso a los grandes éxitos de los Straits, con alguna sorpresa”. Rosende, para quien la música de Knopfler es “la banda sonora de muchísimas vidas”, busca que la gente “viaje con nosotros al pasado, sonría, se emocione y baile” porque “pasará una muy buena velada musical con nosotros”.