Síguenos en redes sociales:

Juan Carlos Matellanes: “El arte no solamente está en los museos. La ópera aporta, tiene tirón internacional en Bilbao”

Matellanes, presidente de la ABAO desde 2003, confiesa que sigue teniendo entre sus objetivos volver a los siete títulos por temporada “cuanto antes”. Anuncia además nuevas iniciativas para captar nuevos públicos

Juan Carlos Matellanes: “El arte no solamente está en los museos. La ópera aporta, tiene tirón internacional en Bilbao”Oskar Martínez

bilbao - Aunque de momento se mantendrán las cinco óperas, Matellanes asegura que “podemos sacar pecho” con la temporada 2015-2016, que se llevará a cabo desde el 24 de octubre hasta el 23 de mayo de 2016. A pesar de la crisis, y gracias a un modelo de gestión eficaz, la entidad que preside puede sacar adelante una programación de calidad, que ya ha captado el interés en los circuitos operísticos internacionales.

Con ‘Otello’, de Verdi, la ABAO cierra mañana la actual temporada.

-Es un auténtico broche de oro, pero todavía nos queda un acontecimiento muy atractivo, de gran nivel: el concierto del tenor mexicano Javier Camarena, que consiguió un bis en el Metropolitan de Nueva York. Y los precios de las entradas oscilan entre 25 y 75 euros, por lo que no hay excusa para decir que este espectáculo lírico es caro. Es más barato que ir a un partido del Athletic o que ir a la Final.

¿Se puede hacer ya un balance de la temporada?

-Ha sido muy buena artísticamente. En cuanto a los títulos, creo que hemos acertado. Cuando se hacen espectáculos, ya sea desde la esfera pública o privada, lo que hay que lograr es que sean de calidad. Y además tenemos una obligación moral de conseguir que asista el mayor número de personas posible. Un objetivo que la ABAO ha cumplido, porque hemos obtenido unos niveles de ocupación de más del 90%.

Otro de los objetivos era captar nuevos públicos...

-Es una inquietud que existe en todos los teatros. Recientemente, ha habido una reunión en Madrid de teatros europeos y se ha constatado que cada vez se apuesta más por la formación y la educación, lo que reafirma las iniciativas que hemos puesto en ABAO desde hace años: el programa didáctico, ABAO-txiki, Opera Berri... Unas iniciativas que poco a poco van dado sus frutos, pero es un proceso lento. Nosotros, por ejemplo, para la próxima temporada nos hemos marcado el objetivo de conseguir de 500 a 1.000 socios más. Estamos pendientes de aprobar nuevas tarifas, que creo que van a ser revolucionarias, con las que vamos a dar un paso más para poner la ópera al alcance de todos. Va a haber precios especiales en una gran parte del aforo, entradas con carácter estable, para toda la temporada, no para funciones puntuales. Nos hemos dado cuenta de que estas promociones de entradas de última hora sirven para cubrir parte del aforo, pero no consiguen captar nuevos públicos.

Desmonte los estereotipos de que la ópera es cara...

- Existe un abanico de precios muy amplio. Si solo quieres asistir el día del estreno y no quieres ser socio, evidentemente tienes que pagar más. Hay que entender que nuestro modelo se basa en la figura del socio, que tiene una mayor implicación, que interviene en la gestión de la sociedad, que nos da su confianza porque incluso paga antes de conocer los títulos. Por eso, nuestra política tiene que estar enfocada en mayor medida a beneficio del socio, que tiene una serie de ventajas, como reducciones en las entradas. Pero repito, hay un abanico muy amplio de precios. La sonoridad del Euskalduna es magnífica y los que pagan la entrada más cara y los que eligen la más barata ven la misma ópera.

¿Y qué diría a los que aducen que es elitista?

-No lo comparto, no hay problema de aforo, si quieres puedes asistir. Tampoco tienes que ser un entendido para disfrutarla.

¿Cuántos socios tiene actualmente la ABAO? ¿Se han producido muchas bajas con la crisis?

-Actualmente, hay alrededor de 5.050. En su momento, llegamos a tener 7.000; el descenso se ha producido fundamentalmente porque la edad media de nuestros socios es muy alta. Además, a una determinada edad, cambian los hábitos de vida. Igual no están en Bilbao durante varios meses al año y no pueden asistir a la ópera. Y luego, indudablemente, la crisis económica afecta a muchos hogares. A veces, la necesidad aprieta y tienen que prescindir de ser socios. Aunque también es cierto que muchas bajas se compensan con nuevos socios. Más del 20% de los que se han abonado se ha producido en los últimos cinco años. Se ha reconocido el esfuerzo que estamos haciendo, hemos apostado por nuevas producciones propias gracias a un modelo de gestión sostenible y eficaz, hemos facilitado los precios...

El año pasado la ABAO tomó la difícil decisión de reducir de siete a cinco los títulos por temporada.

-Desgraciadamente, hemos acertado. Fue una decisión largamente meditada y analizada tras aguantar varios años y anunciar que, o cambiaba la situación, o teníamos que reducir los títulos. Y esos factores, a día de hoy, no han sufrido ninguna variación.

¿Reduciendo los títulos, la ABAO ha podido capear la crisis? ¿Ha mejorado la situación económica?

-En lo que depende exclusivamente de nosotros, la situación económica ha mejorado. Por ejemplo, vamos a cerrar el año con unos ingresos de taquilla + socios superiores en un 20% a lo que habíamos presupuestado, que era ya exigente. Significa que se ha hecho una excelente labor, que estamos llegando a nuevos mercados, que están viniendo muchos extranjeros a la ópera y estamos ya en los circuitos. El arte no sólo está en los museos, la ópera aporta, tiene tirón en Bilbao y entre 2.000 y 2.500 personas extranjeras nos visitan en temporada.

¿Y el patrocinio? ¿Se ha resentido con la crisis?

-Todos nuestros patrocinadores y colaboradores han seguido con nosotros y tienen un gran alto nivel de satisfacción. Pero las subvenciones no han cambiado. En nuestro caso, no creemos que la reducción aplicada desde 2008 de un 83,56 % en la aportación del Ministerio de Cultura se corresponda con los altos niveles de eficiencia que la ABAO está consiguiendo en su actuación y que evidentemente no guarda relación con los criterios aplicados en teatros de titularidad pública.

¿Confía en que para el próximo año cambie la situación?

-He mantenido conversaciones en el Ministerio y hay que esperar a ver lo que pasa el año que viene. Es una situación complicada, hay que ver si se prolongan los presupuestos, cuándo son las elecciones... Puede pasar de todo. Que nos suban si hay presupuestos nuevos o que se prolonguen y que no haya subida para nosotros. En cuanto a las subvenciones de la Diputación y el Gobierno vasco, tengo un rayito de esperanza porque en estas elecciones he mantenido encuentros con distintos candidatos y he percibido un interés, un reconocimiento a la labor de la ABAO. Ahora solo espero que eso se plasme en algo tan vil, pero necesario, como es mayor ayuda económica.

¿Qué pone sobre la mesa a la hora de pedir más dinero?

-Creo que la petición está justificada Este año, solamente el IVA repercutido está en el orden de 700.000 euros. Si la temporada hubiera tenido siete títulos, hubieran sido 280.000 más por IVA. Por IRPF, se ha recaudado 250.000 euros. Si nos hubieran dado medio o un millón más, podríamos haber hecho dos óperas más, y hubiéramos recuperado más del 60 o 70%. Y este es el IVA de taquilla, luego están otros conceptos, como hoteles, restaurantes... En estos momentos, tengo la percepción de que la ABAO está desaprovechada, cuando algo funciona bien y tiene potencial, hay que explotarlo. ¿Por qué se apoya tanto en Madrid o Valencia? Además, otros teatros lo han cortado, pero nosotros hemos decidido mantener en nuestro proyecto todas las actividades gratuitas o subvencionadas que cumplen una función socio-cultural ya que aportan un valor a la sociedad: el programa didáctico para escolares y adultos, la temporada de ópera en familia Abao Txiki, el proyecto Tutto Verdi, las conferencias, la labor editorial... Yo pediría un gran pacto entre todas las instituciones, Gobierno central, Gobierno vasco, Diputación y Ayuntamiento para apoyarnos. La ABAO es un proyecto de Euskadi. Tenemos que conseguir un grado de subvenciones adecuado a nuestro nivel de actividad y calidad.

¿Podría peligrar el proyecto de la ABAO?

- Si esto no mejora, habrá que tomar decisiones. Yo espero que no lleguemos a eso, creo que ese apoyo, que es real, porque lo sentimos, tendrá su reflejo presupuestario. Ademas partimos de una ventaja, tenemos unos costes muy controlados.

En marzo presentaron la nueva temporada 2015-2016. ¿Ha habido que apretarse mucho el cinturón?

-No derrochamos, no dilapidamos, no gastamos un euro de más. Podíamos haber hecho una temporada de siete óperas, podíamos haber hecho ópera en versión concierto, que es mucho más barata. Pero no encaja en el desarrollo estratégico de la ABAO: nos inclinamos por concentrar nuestro esfuerzo presupuestario en una temporada de cinco o seis títulos de primer nivel en lugar de programar siete títulos.

Hay predominio absoluto de ópera italiana...

-En realidad, no es así. Hemos hecho una apuesta por Don Carlo, de Verdi, en versión francesa, contaremos con el Ballet de Biarritz por primera vez... Son unos títulos para disfrutar, emocionarse, con gran calidad y cómo no, para atraer a nuevos públicos. Y con un objetivo, que el Palacio Euskalduna esté lleno. No nos da vergüenza decirlo, que se llene está bien porque significa que a la gente le gusta y reconoce la calidad del espectáculo.

Verdi, Puccini, Donizzeti, Bellini y Rossini. ¿Qué recomendaría para adentrarse en el mundo lírico?

- Habrá óperas que les emocionen más, otras en las que la música igual les gusta menos, pero que les encante la puesta en escena... Es difícil recomendar un solo título.Esta temporada, por ejemplo, Don Carlo es una gran opera, habrá dos títulos muy potentes como son Manon Lescaut y Roberto Devereux, El barbero de Sevilla va a ser divertidísimo, La Sonambula tiene un atractivo tremendo. Y, por supuesto, la colosal Messa da Requiem, de Verdi, de un poder dramático indescriptible. Yo les diría a los que quieran probar y conocer el mundo operístico que se hagan socios.