Síguenos en redes sociales:

"Vamos a aportar salvajismo al ‘Surfer rosa’ de Pixies", avisan los Yellow Big Machine

Los vizcainos repasarán el disco en el ciclo Izar & Star, mañana en el Campos

"Vamos a aportar salvajismo al ‘Surfer rosa’ de Pixies", avisan los Yellow Big Machine

BILBAO - Los vizcainos Yellow Big Machine, premiados en la edición 2010 del Villa de Bilbao, aprovechan su dominio de la intensidad eléctrica y la distorsión para tributar un homenaje al mítico Surfer rosa (1988) de los Pixies, una de las grandes referencias del rock alternativo, mañana, en la sala Cúpula del Teatro Campos, en el marco del ciclo Izar & Star. “Nuestras aportaciones serán la contundencia y el salvajismo con los que tocamos en directo”, explican a DEIA.

“Cuando nos lo pidieron, nos pareció una muy buena idea”, rememora Sergio Gil, bajista de Yellow Big Machine. “Es un disco que nos gusta a todos y que supuso mucho en la historia de la música indie, ya que los Pixies lanzaron el mensaje de que no hacía falta ser un erudito del instrumento, un virtuoso, para tener un grupo”, apostilla Gil, que reconoce que ese ha sido siempre el espíritu de la banda vizcaina.

Aunque algunas de las canciones más redondas de Pixies, entre ellas Debaser, Here comes your man y Monkey gone to heaven, están en su disco posterior, Doolittle, para Yellow Big Machine es superior Surfer rosa porque “dio paso al rock alternativo de los 90, ya que los de Black Francis y Kim Deal mostraban la imagen de un grupo autodidacta que podía hacer un disco psicodélico y punk, bipolar, y tener reconocimiento y proyección internacional”, según el músico vizcaino, que reconoce que el grupo y ese disco “han sido fuente de inspiración y estímulo para nosotros, además del reflejo de toda una época”.

Grupo que nunca ha “tirado” de versiones en directo, ni siquiera en los ensayos, los músicos de Yellow Big Machine están entusiasmados ante la idea de interpretar “íntegro” Surfer rosa en el ciclo Izar & Star, aunque “en nuestro último y segundo disco ya no haya tantas reminiscencias de Pixies”. Gil reconoce que preparar un repertorio ajeno es “algo completamente nuevo y un reto”, más en el caso que les ocupa porque “es un disco complejo, de estructuras peculiares y melodías y coros muy locos; está siendo como volver a empezar a tocar”, indica Gil. El cuarteto iniciará la velada con una selección de sus dos discos propios, especialmente del último y reciente, Here comes the big fun, adelanta el bajista.