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Si no pincha, no es ‘Cactus’

tres jóvenes emprendedores crean una revista cultural, local y gratuita

Si no pincha, no es ‘Cactus’Deia

Cuando se queman etapas de la vida, lo que está por llegar se encara con algo de vértigo. Koldo Gutiérrez, Elizabeth Casillas y Sandro G. Manzano lo afrontaron, además, con ilusión. Dijo Albert Einstein que “nada sucede hasta que algo se mueve” y ellos decidieron arriesgarse. Después de colaborar con diversos medios de comunicación, vieron que les apetecía hacer algo que no encontraban en ningún medio bilbaino. Los tres tenían muy claro lo que querían conseguir y hace dos años empezaron a dibujar el boceto de Cactus, una publicación cultural, local, en papel y gratuita.

Los tres periodistas compartían algunas clases en la universidad y muchas horas en la cafetería, que dedicaban a su pasión en común: “En vez de jugar al mus, hablábamos sobre cultura”, cuenta Koldo. Recuerdan cómo se dedicaban a “divagar” sobre series de televisión, cómics o libros, entre otras cosas. “El 80% de nuestras conversaciones giraban en torno a estos temas. Y qué mejor manera de llevarlo al trabajo diario de cada uno que plasmar todo eso en papel”, dice Sandro, encargado del diseño de la publicación.

Estuvieron mucho tiempo meditándolo; pensando nombres, quedando en bares, aportando ideas y poco a poco fue formándose algo concreto. Asistieron a cursos de formación y recibieron asesoramiento empresarial por parte de Lan Ekintza, porque “en la carrera no te enseñaban nada sobre cómo crear tu propio medio o hacer una gestión empresarial”. En mayo del año pasado sacaron el número 0 de la revista, que les sirvió para tantear el terreno y ver cómo funcionaba como negocio empresarial. Hasta que el último septiembre arrancó Cactus, con un primer número al que le han seguido cinco más.

Cada dos meses sale un nuevo ejemplar en el que intentan abarcar los géneros culturales “más potentes”, como música, literatura y cine. Incluyen novedades dentro del ámbito cultural, como es el caso de los videojuegos y, además, “siempre hay algo de cómic”. También hay sitio para la fotografía en Cactus y “solemos hacer un reportaje fotográfico que normalmente es sobre el arte de la calle”, dice Elizabeth. Conscientes de que hoy en día hay que estar presente también en la red, idearon una web (revistacactus.com) en la que, además de la revista, publican contenidos exclusivos para este soporte.

Inversión de futuro Koldo, Elizabeth y Sandro vieron su inversión empresarial como hacer “un máster propio”. Juntaron los ahorros que tenían y crearon su propia empresa y medio de comunicación. Un aprendizaje que, aseguran, les ha servido más que cualquier especialización. Antes de hacer de Cactus una realidad tenían muy claros ciertos aspectos de la revista, como los contenidos, el diseño o los colaboradores con los que iban a contar. Aspiraban a producir “algo diferente”, intentando hablar de la cultura que no se toca en los grandes medios y sobre temas que ellos “echaban en falta”. “Siembre hemos dicho que Cactus es lo que a nosotros nos gustaría leer”, sostiene Elizabeth.

Algo que llama la atención en esta peculiar revista cultural es el espacio que se le brinda a los videojuegos. Para Koldo suponen un “cambio de chip” y defiende que es “la gran cultura de nuestra generación”. Ha surgido el videojuego independiente y la proyección y relevancia de estos ha ido en aumento. Por eso, los fundadores de la revista, opinan que “también hay que hablar de ello”.

Elegir el nombre que iba a llevar la publicación fue una tarea complicada para los tres miembros del equipo. Elizabeth contó a sus dos compañeros una anécdota sobre la planta y de esa manera obtuvieron el nombre de la revista y el que se ha convertido en su lema: “Si no pincha, no es Cactus”. Después de darle muchas vueltas, entendieron que Cactus era un buen nombre. Fuerte, significa lo mismo en muchos idiomas y visualmente remite a algo inmediatamente. “Además los cactus pueden crecer en tierras hostiles, como la cultura hoy en día”, explica la culpable del nombre. Las afiladas púas de la planta son otro elemento en común con la cultura que, según ellos, “debe tener ese punto crítico que pincha”.

El diseño de la revista también era algo “fundamental”. Querían algo muy visual, con toques de cultura popular y tipografías poco rígidas, que recuerdan a las del cómic. Cactus cuenta con diferentes colaboradores que ayudan a que la revista adopte ese aspecto tan dinámico. La cabecera de la portada es obra de Ana Galvañ y en el interior se puede ver la tira de Natacha Bustos. También cuentan con la participación de algunos de sus excompañeros de carrera y amigos, porque “nos gusta” cómo trabajan. Todos reciben una remuneración económica por su colaboración porque “no queríamos abusar de la gente”, aseguran los fundadores. No conciben que nadie trabaje con ellos de manera gratuita y si no pueden permitírselo son partidarios de “la explotación propia”. Creen que el periodismo atraviesa un periodo complicado y que la solución no es que los profesionales trabajen gratis. “El trabajo tiene un valor”, concluyen.