Bilbao - Los padres del punk vasco de los 80, MCD, vuelven a la carretera tres años después, y con nada menos que Iñiguito Txapelpunk al micrófono. Hoy arrancan la gira con un concierto en la sala Santana 27, que se grabará y formará parte de un disco en el que habrá también temas nuevos de estudio. El cuarteto, autor de clásicos como Barrenkalle y Jódete, contará como teloneros con los grupos bilbainos Rat-zinger y BC Bombs.

Nuevo regreso tras el intento de hace tres años, ¿no?

-Y estuvimos a punto de suspenderlo porque el antiguo cantante, Koldo, se quedó afónico tras un golpe en la garganta. Seguimos pensando que se podría arreglar pero no ha sido así. No nos quedó otra que buscar otro cantante.

Creo que entonces se hicieron pocos conciertos, pero ahora el regreso tiene visos de una continuidad mayor. ¿Hay más fechas cerradas, además de la de Bilbo?

-Hicimos bastantes conciertos, como una veintena, la mayoría en salas. Ahora esperamos seguir tocando. Vamos a grabar un disco en directo en la sala Santana 27 y también incluiremos algunas canciones nuevas grabadas en estudio. Esperemos que todo nos vaya mejor, cosa no muy difícil. Tocamos también en el Doka en Donostia, estaremos en Aupa Ñumbreiras y esperemos que salgan más cosas.

MCD nunca ha vivido de la música, de ahí que la pasta nunca haya sido una preocupación principal para el grupo. ¿Se busca ahora una mayor 'profesionalidad'?

-Ahora queremos tocar y que el grupo pueda decidir la forma de funcionar. Somos músicos y necesitamos comer como cualquiera. Lo cierto es que hemos tenido malas experiencias con nuestro mánager, quizá por culpa nuestra, al no preocuparnos por el dinero.

Con las controversias de los últimos años, ¿qué formación nos encontraremos ahora?

-Estamos Neil al bajo, Jokin a la guitarra, Jon a la batería e Iñigo a la voz.

¿Qué ofrece tener un tipo curtido como Iñigo Txapelpunk, a la vez que un fan del propio grupo, a la voz cantante?

-Tener a Iñigo de cantante es acojonante porque tiene un tono de voz muy parecido al de Rokan (cantante de su época mítica, ahora residente fuera de Bilbo) y, además, su manera de ser y de vivir la música concuerda con la nuestra al 100%.

¿Cómo va a ser el bolo de Bilbao?

-El concierto se va a centrar principalmente en los cuatro primeros discos.

¿Cómo veis a Bilbao ahora? ¿Con 'menos mierda pero menos rock'n'roll'?

-Hay cosas que no cambian y si lo hacen, es a peor. Ahí están el paro, los desahucios, los políticos chupones, la represión? La verdad es que es un buen caldo de cultivo para que vuelva con más fuerza el punk-rock.

¿Qué hay de los temas nuevos, qué temas tratan? ¿Son fieles al sonido habitual?

-Las canciones nuevas creo que suenan a MCD. No tratamos de repetirnos, ni mucho menos, pero es algo que forma parte de nuestro ADN musical. Los temas de las canciones son variados: relaciones humanas, crítica social, mala hostia? Todas compuestas y tocadas por los componentes actuales.

Otro directo para la banda. El primero se grabó en el gaztetxe, este en una sala profesional. ¿Signo del cambio de los tiempos, para la sociedad, la música y la propia banda?

-Sí, la verdad es que habría estado mejor grabarlo en el solar que quedó cuando derribaron Kukutza porque después de más de tres años sigue desierto y muerto de risa. ¡Tanta prisa que se dieron para derribarlo! El caso es que grabamos en Santana y os invitamos a todos a pasar un buen rato.