BILBAO. Hoy, en Atarrabia, se celebra una nueva edición del festival Hatortxu Rock con un amplio cartel de músicos, la mayoría vascos y de estilos diferentes; entre el punk, el metal, el hip hop y el mestizaje. Además de Governors, Kaotiko y Ze Esatek!, destaca la presentación de los gipuzcoanos Glaukoma y de los navarros Flitter, estos últimos de nuevo en los escenarios tras un periodo largo de barbecho pero con la rabia y el sonido metálico de siempre.
Hacía casi una década que no teníamos noticias discográficas de Flitter, aquel grupo que comenzó su carrera en Lizarra a finales de los 80 practicando un hard rock urbano y callejero que se fue reconvirtiendo en metal tras los iniciales Stop miseria y Rastafari mamao. El cuarteto navarro, que logró muchos fans con trabajos como La vida ke kotxina es, desapareció tras publicar Mirar hacia dentro. Hasta este final de año, que ha vuelto con Rabioso (Maldito Records).
El regreso de Flitter, gestado desde el año pasado, se ha concretado con un disco grabado en varios estudios y que incluye once pelotazos liderados por el dúo integrado por Javi Zurbano (guitarrista y compositor) y Miguel Leoz (cantante). El cuarteto, que completan Carlos Elizaga (batería) y el nuevo bajista, Unai Lage, ha regrabado los ya conocidos Aceite tóxico y Más volumen, y se ha atrevido con una versión, de sonido brutal, de Autosuficiencia, de Parálisis Permanente.
Rabioso no podría contar con un título más ajustado. Eso ofrece, rabia eléctrica de espíritu punk y sonido metal en el que cada uno de los versos -exceptuados los de la hedonista Satisfeison- son un dardo contra la estupidez humana, la personal y social, dirigidos con una virulencia especial contra el poder, ya sea el político, el social, el eclesial o el empresarial, especialmente en temas como Putas del poder -"lo suyo es fingir y chupar"- o Cerdo. Igual de directos se muestran en dos llamadas a plantar cara como Corre! y Suéltate.
Por su parte, el quinteto gipuzcoano Glaukoma también llega al festival con CD nuevo, un Vol. 2 que les ha llevado de gira -"corta pero una gran experiencia"- por diferentes ciudades de Japón. Al igual que su todavía cercano debut, cuenta con 7 canciones. "Tomamos la decisión de hacer el primero sólo con 7 temas para no alargar demasiado el proceso de entrar en el estudio, y es algo que ahora hemos mantenido", según el cantante, Juantxo Arakama, que define el disco como "un disco muy oscuro".
Ni gangsters, ni rastas, rapeaban en una de sus primeras canciones. Cierto, pero Glaukoma sigue fiel a las rimas del hip hop en este disco, nuevamente mecidas por efluvios caribeños, del reggae y el dub, principalmente, aunque también con guiños negroides y bailables al funk, en el caso de Haritik tiraka. Canciones como Jungle, Egunon o Aberia vuelven a mostrarse como una Torre de Babel lingüística donde el mayoritario euskera se codea con el inglés y el castellano -este mayoritario en Lejos del Silencio, junto al grupo catalán Lágrimas de Sangre- sin problemas hasta en el mismo verso. Retos, cicatrices, fama, miedos, sinceridad, crítica y fiesta pueblan estas canciones, en las que se advierte una mayor presencia de las guitarras.
El resto del cartel del festival está integrado mayoritariamente por diferentes grupos vascos: los veteranos Soziedad Alkoholika; el punk convincente de Kaotiko; el mestizaje festivo y crítico de Ze Esatek!; los skataliticos Skakeitan; el rock metálico y certero en estribillos de Governors, que presentarán su reciente Morphinopolis; y El Trono de Judas con las canciones de Barrutik. Un trío de músicos foráneos completan la oferta: el grupo madrileño de oi Non Servium y una doble propuesta valenciana, la de La Raíz, que interpretarán su conocido Jilgueros, y la de Obrint Pas, con su mezcla de guitarras y dulzainas.