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Precoz, fecundo, humanista y universal

Hoy se rinde tributo en Getxo al magnífico compositor vizcaino Andrés Isasi, quien dejó un admirable legado musical, fotográfico y poético

Precoz, fecundo, humanista y universalFoto: deia

Bilbao

un día como hoy, pero en 1890, Pilar Linares, madre de Andrés Isasi, comenzó a sentir contracciones de parto. Rompió aguas, pero no fue hasta el 28 de octubre cuando el espléndido compositor vio la luz por primera vez. Le costó salir al mundo, y en cambio falleció rozando los 50 años. Con todo, la vida de Isasi fue brillante, prolífica, inspirada, y dejó un legado musical, fotográfico y poético sólo propio de los grandes humanistas de la Historia. En tan poco tiempo.

Las Jornadas Europeas del Patrimonio 2013, promovidas por la Diputación Foral de Bizkaia, han querido rendirle un homenaje este año, al igual que al Balneario de Igeretxe (y en su momento al Puerto Viejo), por "su importancia y para el disfrute de todos".

Sonia Urdiain, técnica de Turismo del Ayuntamiento de Getxo, pone el acento en "la figura rotunda" de Isasi, quien nació en la calle Estufa del Casco Viejo bilbaino, pero falleció en el municipio getxotarra. "Poner en valor su figura", la de ese hombre, recuerda, "introvertido pero observador, que valoraba el contacto con la naturaleza y supo expresar hasta el canto de los pájaros". En Berlín lo tienen en cuenta, y un cuarteto de música lleva su nombre.

El que fuera Conservatorio de Getxo se llama, desde 1989, Escuela de Música Andrés Isasi, al igual que una calle del municipio. Situada en Las Arenas, ofrecerá esta tarde, a las 19.00 horas, el espectáculo de música y teatro Un amor dormido, de Simulacro Teatro, en el que el pianista y musicólogo Mario Lerena tocará el piano restaurado del maestro. Y a las 20.00 horas ofrecerá la sentida y documentada conferencia Andrés Isasi: un universo de música y poesía. No en vano el ex alumno de la Escuela getxotarra, y hoy profesor superior, es un experto en la vida y obra del gran músico. Así lo plasmó el pasado viernes en el Congreso Nacional Wagner en la prensa, celebrado en la Universidad de Salamanca.

El polifacético autor arribó en 1909 a Berlín, y fue en Alemania donde se formó con fruición en la cultura wagneriana. Hasta el punto de que, a su vuelta a Euskadi, hacía las anotaciones de sus partituras en alemán. Toda esa fuerza, como en el caso de su admirado Wagner, superó el hecho de haberse quedado huérfano de madre con cuatro años y de padre con doce. Fue su abuelo Andrés, Marqués de Barambio, el que le apoyó en sus anhelos, y gracias a él estudió primero en Bilbao, con Unceta, y después en Alemania. La fotografía del joven Andrés, días antes de arribar a Berlín, muestra esa mirada que despierta hacia nuevos horizontes.

precoz y fecundo Con 17 años presentó por primera vez varias de sus composiciones de música de cámara y piano en la Sociedad Filarmónica de Bilbao, que se llenó y generó grandes ovaciones. La musicóloga Mercedes Albaina recuerda el primer número de la bilbaina Revista Musical, en 1909, donde se afirmaba que "los activos e inteligentes editores señores Lazcano y Mar organizaron dos conciertos compuestos única y exclusivamente de obras de Isasi. El programa ofrecía variedad de muestras del novel ingenio (...)". Y eso que aún no había estado en Alemania, donde recaló cinco años. Pero Andrés despuntó "casi desde niño" como intérprete, señala Mariela Arrue, directora de la Mediateka de la Escuela de Música homónima, emocionada también ante el reconocimiento al músico.

A Berlín se trasladó hace 104 años, y llegó a ser discípulo favorito del gran compositor Engelbert Humperdinck, heredero musical directo de Wagner. En 1913 la Orquesta Blüthner estrenó en Berlín, con gran éxito, varios de sus poemas sinfónicos, lo que animó a Isasi a enviar Zharufa al Concurso Internacional de Poemas sinfónicos de Malmö (Suecia), donde obtuvo el segundo premio. Mientras cautivaba al Norte de Europa, iba dando a conocer en Bilbao El Cuarteto en sol, el poema sinfónico Amor dormido... Fue entonces cuando Budapest empezó a publicar parte de su obra.

La Primera Guerra Mundial le llevó a instalarse en Algorta, donde estuvo componiendo con fruición. Sus obras se interpretaron en Berlín, Estocolmo, Madrid y Bilbao, destacando el estreno de Angelus en Budapest, radiado y con gran éxito.

"Fue un creador nato; volcó toda su energía vital en la creación musical, poética, incluso fotográfica, pero no era una batallador. No se preocupó tanto de luchar por difundirla, darle publicidad o defenderla de sus críticos", comenta a DEIA su seguidor Mario Lerena, quien siente el homenaje de hoy "un acto de justicia, casi obligado". "Me gustaría reivindicarle como uno de los frutos más granados de una generación de artistas vascos muy cosmopolitas e inquietos, que luchan por ponerse al día en cuestiones estéticas y viajan y estudian fuera para recuperar el tiempo perdido", estima su admirador y músico.

"A su regreso", continúa Lerena, "sientan las bases de lo que hoy conocemos por arte vasco, pero no están dispuestos a dejarse encasillar y defienden a ultranza su independencia artística", destaca, añadiendo que sus paisanos contemporáneos sí lo valoraron. "Se le programaba junto a Arriaga y a Guridi... Es cierto que su estilo fue considerado difícil, y que a veces se le apremió para que usara temas más populares, pero también a Azkue se le achacó exceso de germanismo y falta de popularidad en sus óperas".

Mario está encantado de poder interpretar esta tarde "la espectacular Balada n. 1 y su delicadísimo croquis Amanecer ante la ermita de Lantarón", entre otras piezas de "un repertorio exigente y de una riqueza extraordinaria".

Del indudable "estilo postwagneriano" de la obra de Isasi ha hablado esta semana Lerena en Salamanca, coincidiendo con el Jubileo Wagner. En la Escuela de Getxo, Mariela atesora partituras y otros documentos que retratan a Isasi. Uno de los vascos más universales pero a la vez "humilde y sencillo", tal y como subrayan los organizadores del evento de hoy.