El 'rayo' rockero de Pearl Jam
Editan 'Lighting bolt', que les consolida como una de las grandes bandas de rock
BILBAO. Han pasado más de dos décadas desde que, apoyados en la ola del depresivo grunge, en competencia con Nirvana y gracias a éxitos como Jeremy, Even flow o Alive, descubrimos a Pearl Jam. Ejemplo de supervivencia y radicalidad creativa, el quinteto edita esta semana su décimo disco, Lighting bolt (Virgin. EM), que les consolida como una de las grandes bandas de rock del milenio. "Es más de lo mismo", indica uno de sus guitarristas, Stone Gossard. Se minusvalora, ya que el CD se acerca al genio creativo de sus grandes obras con trallazos rabiosos de rock, dos baladas emocionantes, alguna excentricidad y una deliciosa propuesta psicodélica.
Pearl Jam tocaron el cielo cuando se cruzó en su camino Neil Young y grabaron conjuntamente Mirror ball. Fue en 1995 y marcó un antes y un después en el grupo, que fue perdiendo la pomposidad vacua de sus primeras canciones y abrazó el rock más clásico. Si bien es cierto que han entregado mejores y peores discos, los de Seattle se han consolidado como una de las mejores bandas de rock de la última década, especialmente sobre los escenarios (como prueban sus decenas de discos oficiales editados) y pueden jactarse de haber superado los 20 años en activo sin haber doblado la rodilla creativa o industrialmente.
Después de celebrar sus dos primeras décadas con la película Twenty y publicar Backspacer, Pearl Jam regresa con un disco que, a pesar de lo afirmado por Gossard, para quien es "más de lo mismo", eleva el nivel de muchos de sus últimos discos y confirma que el talento compositivo de su líder y cantante, Eddie Vedder, vuelve a estar muy alto. "Está en estado de gracia, le brotan las palabras", aseguran sus compañeros. Él sigue defendiendo "la pureza" del acto de componer, que se traslada también al oyente, y explica que "hay algunas canciones que puedo escuchar y que estaban en mi bolsillo desde que tenía 8 años". Más de 60 millones de discos vendidos después, Pearl Jam aumentará sus números, merecidamente, con su 10º disco, que una semana antes de su salida a la venta han colgado en streaming para poder ser escuchado gratuitamente. Lighting bolt ha sido producido por Brendan O' Brien, viejo colaborador del grupo que también ha incluido teclados en alguna canción y últimamente es conocido por haber colaborado también en varios de los últimos discos de Bruce Springsteen.
Las guitarras rugosas de Getaway, impulsadas por una sección rítmica galopante, abren Lighting bolt con una de las canciones más enérgicas canciones de sus últimos años. No le va a la zaga en rabia y potencia Mind your manners, single donde la tensión y energía se multiplican y rayan el punk, como en la época de Do the evolution. El tema titular es otro pelotazo y exhibe orgulloso un riff furioso y un tremendo "solo", que ensombrece los cambios de ritmo de Infallible y el protagonismo del bajo de Ament en My father´s house, pero no la coraza blues y garajera de Let the records play.
otras vías Pearl Jam no son solo electricidad. De hecho, algunas de las mejores canciones del CD se mueven en otros parámetros. Ahí es donde se elevan dos baladas -Sirens, de emoción contenida y creciente que explota con un solo de Mike McCready, y Future days, deliciosa, con teclado y violín- ; la alegre Swallowed whole; la revisión con banda de Sleeping by my side, ya incluida en el debut en solitario de Vedder; la psicodélica Yellow moon, con un "solo" a lo David Gilmour; o el exotismo de un Pendulum lúgubre, con teclas cinemáticas y nocturnas, guitarra ensoñadora (¿Ry Cooder?) y una percusión tribal.
Y Vedder se sale. Su voz ha abandonado su efectista teatralidad inicial y cada vez suena más emocionante y verdadera, y llega al corazón sin alardes. Y sus letras no se quedan atrás. Bien conocidas sus posturas sociales, políticas y su enfrentamiento a las corporaciones, plasma su rabia en múltiples versos -"he encontrado mi lugar y está bien/todos buscamos algo mejor/aléjate de mi plato/está bien, tengo mi propia forma de creer?/lo mío es mío y lo tuyo no ocupará su lugar", canta en Getaway; y en Mind your manners se muestra alienado "golpeado y con malos sentimientos", alejado de la verdad y con "la inocencia arrebatada y tirada al fuego"-, pero también es capaz de firmar dos bellísimos temas de amor y esperanza como Sirens y Future days. En esta última, canta "creo porque puedo ver nuestros días futuros, días para ti y para mi".
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