Un Mendizorroza al completo pone el broche al Jazzaldia de Gasteiz

gasteiz. La trigésimo séptima edición del Festival de Jazz de Gasteiz llega hoy a su punto final y lo hace con el concierto que con más mimo se lleva preparando desde hace meses. En estos tiempos de crisis era necesaria una despedida con la taquilla asegurada casi desde el segundo uno y el certamen lo ha conseguido reeditando una reunión que tuvo su primera parte hace 12 años en el mismo escenario. Mendizorroza estará lleno para asistir a una cita que es exclusiva mundial.

A partir de las 21.00 horas, Chick Corea y Paco de Lucía se repartirán el protagonismo en una jornada en la que el norteamericano será el primero en encontrarse con el público. Después le tocará al maestro de la guitarra. Y cuando cada una de sus respectivas actuaciones haya terminado, se reunirán y lo que pueda pasar a partir de ahí... quién sabe.

Son muchos los recuerdos que acuden a la memoria de aquel 21 de julio de 2001. El esquema del concierto fue el mismo, solo que el pianista acudió en formato de trío, mientras que el músico de Algeciras lo hizo con un septeto en el que, entre otros, estaban Carles Benavent y Jorge Pardo. Un lujo que el público vivió de manera intensa.

reencuentro Fue la primera vez que ambos cruzaban su camino en directo. El hecho de juntarse otra vez sobre un escenario es algo que pocos afortunados pueden contar. Hoy habrá en Mendizorroza muchos de los que vivieron aquella vez, pero también otros expectantes al saber que están asistiendo al reencuentro de dos grandes de la escena. Siguiendo el orden marcado por el cartel, Corea, viejo amigo del público gasteiztarra, regresa en esta ocasión junto a Tim Garland (saxo), Christian McBride (bajo), Gilmore (batería) y Charles Altura (guitarra) para dar forma y fondo a The Vigil, un último disco que, como pasa casi siempre con el pianista, tiene tantos defensores como detractores. Es lo que tiene ser uno de los más grandes.

Tras él, será el momento para Paco de Lucía y una formación de lujo en la que se encuentran nombres como los de Antonio Serrano, Duquende, El Piraña o el gran Alain Pérez. A estas alturas, y tras varias participaciones en el Festival de Jazz de Gasteiz, con el intérprete de Algeciras puede que alguno tenga la misma tentación que con Corea, es decir, pensar que a estas alturas ya no tiene nada diferente que ofrecer. Visto una vez, visto todas. Grave error. De hecho, imperdonable. De Lucía no solo es un maestro que se sabe rodear siempre muy bien, es un hombre que ha nacido para tocar y emocionar con lo que hace. Ni más ni menos.

Y después llegará la guinda del pastel, el broche para esta trigésimo séptima edición. Pero calibrar lo que puede suceder con estos dos músicos sobre un escenario y ante el calor del público es casi meterse en el terreno de la adivinación.