Cannes. El director francés François Ozon fue el más aplaudido ayer en el Festival de Cannes por Jeune & Jolie, pero la que más atención acaparó fue Sofia Coppola con su banda de ladronas de famosos The Bling Ring, la película que inaugura la sección Una Cierta Mirada. En realidad, el certamen francés compuso un singular mosaico sobre la juventud mostrando la adolescencia en tres latitudes: Francia (Jeune & Jolie), México (Heli) y Estados Unidos (The Bling Ring).

"La adolescencia a menudo está idealizada en el mundo del cine, se presenta de forma glorificada, pero mis propios recuerdos de la adolescencia son dolorosos y difíciles", explicó Ozon, que se centra en una joven parisina de una familia acomodada que, tras un amor de verano con el que pierde la virginidad, decide prostituirse por razones que el director no revela en la gran pantalla ni tampoco quiso explicar en rueda de prensa.

Sofia Coppola, por su parte, se basa en hechos reales para mostrar unos adolescentes que viven en Los Angeles y saben distinguir sin pestañear unos zapatos de Laboutin y reconocer al instante el modelo de un bolso de marca y, además, qué celebridad lo posee. La cámara de Coppola sigue a ese grupo de muchachas obsesionadas con la fama y cuyas aventuras se centraron en el robo de ropa de diseño, joyas y dinero de celebridades como Paris Hilton o Lindsay Lohan.

A esta banda de jóvenes guapos que son malos en un mundo de glamour, la policía la bautizó como The Bling Ring y llegó a robar más de tres millones de dólares en artículos de lujo. "Hay algo en estos niños de barrios (acomodados) de la periferia. Viven en las colinas de Hollywood tan cerca de ese mundo que ellos creen tan glamouroso que quieren formar parte de él", comentó la hija menor de Francis Ford Coppola.