madrid. La mítica Sara Montiel y sus admiradores se dieron ayer un último adiós en pleno centro de Madrid, engalanado para despedir a la actriz y cantante española fallecida inesperadamente el lunes a los 85 años. La comitiva con el féretro de la artista cortó la Gran Vía, principal avenida cultural de la capital española, donde cientos de seguidores la despidieron entre aplausos y gritos de "¡guapa!", "¡viva Sara!" y "¡te queremos!", antes de que se celebrara su entierro poco después del mediodía.
Los once coches, entre ellos varios repletos de flores, pararon durante quince minutos ante los Cines Callao, en cuya fachada una pantalla gigante proyectaba La violetera, una de sus principales películas. En el lugar, los congregados entonaron al unísono Cómpreme usted este ramito..., tema central del film de 1958, que en su día estuvo en cartelera en la misma sala durante más de un año.
Algunos de sus admiradores, en su mayoría coetáneos de la fallecida, lanzaron claveles al coche fúnebre, en cuyo interior podía verse el ataúd, ovalado y de color caoba, y un retrato de Montiel, la primera actriz española que trabajó en Hollywood y todo un sex-symbol mundial de los 50 y 60. Entre los presentes se encontraban algunos venidos de su pueblo natal, Campo de Criptana, en Ciudad Real, si bien Saritísima pasó gran parte de su vida en la capital española, donde ahora reposan también sus restos en la misma tumba en la que están su madre y su hermana.
Después de que por la mañana se celebrara una misa privada en el tanatorio, unos 200 amigos, familiares y admiradores asistieron a las 13.00 horas al entierro celebrado en el cementerio de San Justo. Entre los presentes se encontraban los hijos adoptivos de la actriz, Zeus y Thais, quien descubrió el lunes el cuerpo sin vida de Montiel en su casa de Madrid, además de figuras de la cultura como el productor Enrique Cerezo, el periodista y escritor Boris Izaguirre y la actriz Loles León, o el exnovio de la fallecida, Giancarlo Viola.
Entre las últimas voluntades de Sara Montiel estaba la de descansar eternamente en Madrid, ciudad que le podría dedicar pronto una calle, según adelantó el lunes la alcaldesa Ana Botella, quien afirmó que Montiel era una persona "muy querida" en la ciudad, y anunció que el ayuntamiento le dedicará un homenaje el próximo 15 de mayo, día de San Isidro, patrón de Madrid.