Bilbao

TRES años después de Bonjour, el argelino asentado en Francia Rachid Taha, al que muchos consideran el rey del rock'n'raï, regresa la semana próxima con su noveno disco en solitario, Zoom (PopStock.Naïve). Este álbum, en el que colaboran el exClash Mick Jones y Brian Eno, mezcla armoniosamente rock, electrónica y música árabe. "Yo hago rock, pero con todos los ingredientes que componen mi cultura", explica sobre su música Taha, que la ha llegado a calificar de "cuscús musical".

Taha nació en Orán, capital de Argelia, en 1958, cuando en el país árabe se libraba la guerra de la independencia contra el imperio francés. Precisamente Orán sirvió como escenario de los primeros brotes del raï, música que mezcló raíz e instrumentos contemporáneos y que fue utilizada como vehículo de expresión de los deseos y rabia de la juventud árabe y se consideró anatema para los islamistas más radicales, que llegaron a asesinar a figuras del género como Cheb Hasni.

Rachid Taha emigró a Lyon con 10 años pero llevaba dentro las raíces musicales del mundo árabe. Allí, en Francia, las contaminó con rap, salsa, rock y funk, que pinchaba como dj en su juventud por la noche, mientras de día curraba en una central térmica. Su primer paso serio fue el grupo Carte de Séjour (su nombre alude a la carta de residencia de los inmigrantes), profundamente influenciado por The Clash, banda a la que Taha adoraba por su doble vertiente "hedonista y de militancia rebelde".

El argelino ha reconocido que entregó a los británicos una cinta con su música cuando tocaron en París y que poco después editaron su famoso Rock the Cashba, canción que Taha versionó posteriormente. El argelino piensa que sus canciones influenciaron a los británicos para firmar su último éxito. "En los 90 no querían música árabe en las tiendas francesas", recuerda Taha, que en 1989 se trasladó a París e inició su carrera en solitario, en la que ha trabajado con productores de fama internacional como Don Was y Steve Hillage (exGong), artistas como Robert Plant y Patti Smith, y cuya música ha sonado en películas de Hollywood.

Autor del clásicos como Abdel kader, Barra barra o Ya rayah, y una de las patas del mítico disco 1,2,3 soleils, que compartió con otras estrellas árabes como Khaled y Faudel, Taha es un músico exótico para el aficionado musical occidental debido a su espíritu mestizo. "Nunca he querido permanecer en mi propia comunidad, esa es una suerte de conformismo. Hay que ser aventurero", ha explicado este autor que lo mismo graba discos con sonidos contemporáneos y otros, como Diwan, claramente inspirados por la cultura árabe. "Yo hago rock, pero con todos los ingredientes que componen mi cultura, la música árabe, la africana o la electrónica. Esa es mi naturaleza y no puedo renegar de ella", ha apostillado.

Su disco actual, Zoom, sigue fiel a su premisa de "tener el pasado como recurso, pero no para volver a él". Grabado entre París y los estudios británicos de Real World, ofrece un equipo de colaboradores de lujo -Brian Eno, Rodolphe Burger, Jeanne Added, Mick Jones?- y sigue alternando rock, electrónica y raï en un repertorio híbrido que mezcla guitarras eléctricas, programaciones e instrumentos acústicos como el mandolute, una especie de laúd árabe.

No a la xenofobia En el CD, que alterna árabe, francés, inglés y un "viva la libertad" en castellano, destacan el single, el Now or never de Elvis; el spaghetti-western Wesh (N'amal); el raï electrónico Zoom sur Oum; los coros épicos de Jamila; la rockera Fakir; los guiños a Alan Vega en Les artistas; el reggae Algerian tango, compartido con Mick Jones y aires al Sandinista de The Clash; y la revisión de su mítico y antirracista Voilá voilá, acompañado por Agnès B, Rachida Brahkni, el futbolista Eric Cantona, Femi Kuti y Christian Olivier. Sus versos -"no hemos aprendido la lección, en todas partes el discurso es el mismo: extranjero, eres la causa de nuestros problemas/creí que había terminado, pero no... fue solo un descanso"- funcionan como metáfora perfecta de su rock'n'raï.