BILBAO. Nadie puede negar el éxito de la canción Two princess en la primera mitad de los 90, aunque sus autores, Spin Doctors, parecía que, aludiendo al título de su debut, sí tuvieran los bolsillos llenos de kriptonita, ya que no volvieron a lograr tal repercusión con sus discos posteriores. Ahora, veinte años después, el grupo, reunido de nuevo tras superar un importante problema de garganta de su cantante, Chris Barrow, sigue en la carretera recordando su repertorio y adelantando las canciones de su inminente disco nuevo. En Euskal Herria lo hará el viernes próximo, día 8, en la sala Rock Star Live de Barakaldo. "Los conciertos actuales son los mejores de nuestra carrera", advierte el grupo tras el inicio de su gira actual.

Hay una playlist en la plataforma Spotify centrada en esas canciones que todo el mundo disfruta o canta pero cuyo título o autor apenas es conocido porque, en la mayoría de los casos, solo tuvieron un éxito. En ella aparece Two princess -"just go ahead now...", decía su recordado estribillo"- el mayor éxito del cuarteto estadounidense Spin Doctors, banda de rock alternativo y tendencias blues que surgió en Nueva York en el arranque de la década de los años 90 y ha estado siempre liderada por el guitarrista y cantante Chris Barrow.

Su debut, Pocket full of kryptonite (Sony), editado en 1992, resultó un éxito mundial gracias a canciones como Jimmy Olsen's blues y sobre todo, el citado Two princess, que hicieron que el cuarteto acabara vendiendo cinco millones de copias de su trabajo, que llegó a sonar en programas como el incombustible Saturday Night Live y hasta en Barrio Sésamo. Desde ese debut se pudo advertir que el grupo supo combinar con acierto ramalazos de rock y blues, estribillos fáciles y cercanos al pop y una sección rítmica percutiva heredera del funk, liderada por su hercúleo y negroide bajista.

Con el tiempo, Spin Doctors ha acabado publicando cinco discos de estudio, aunque ninguno de los siguientes haya logrado la repercusión de su debut a pesar de contar con éxitos menores como el stoniano Little Miss can't be wrong, You let your heart go too fast, los bluseros Cleopatra's cat y Off my line, She used to be mine o su versión de Have you ever seen the rain?, de la Creedence. Además, el grupo no lo tuvo fácil y permaneció separado durante varios años en el tránsito de milenio debido a que su vocalista y líder, sufriera una parálisis en sus cuerdas vocales que forzó una larguísima pausa (incluso se habló de separación) del grupo.

El regreso de los Spin Doctors, que completan Eric Schenkman a la guitarra y coros, Aaron Comess a la batería y Mark White al bajo, se produjo en el año 2002 para actuar en directo. "Realmente, observamos pronto que seguía habiendo magia en el aire. Fue algo así como decir: esto es realmente divertido, grabemos un disco con canciones nuevas", explicó la banda, que editó ese disco, Nice talkin to me, en 2005. Aunque ese trabajo tuviera un claro espíritu de blues, su sonoridad final se acercó más al pop, como demuestran temas como la balada Can´t pick the habit, editada como single.

Adelanto del sexto cd Con motivo de la celebración del vigésimo aniversario de su debut, ahora reeditado y ampliado con maquetas y tomas en directo, Spin Doctors ha puesto en marcha una gira europea que recalará en Barakaldo el día 8, donde repasarán sus éxitos y, seguramente, adelantarán temas de su inminente y sexto nuevo CD, que se titulará If the river was whiskey. Contendrá "una decena de canciones de blues" como So bad, Some other man o la que le da título, y podrá ya comprarse en los bolos de la gira aunque no se editará comercialmente hasta esta primavera.

El grupo estadounidense defiende en sus declaraciones actuales que se encuentra en el mejor momento de su larga carrera, al menos sobre los escenarios. "Nuestros conciertos actuales son probablemente los mejores, por encima de los de los primeros años. Todo se amalgama mejor ahora y somos más concisos porque cuando eres joven tiendes a darte importancia. Tocamos alto y con vibraciones eléctricas", explica la banda. "Es solo cuestión de acudir y cruzar la puerta. Si lo haces y nos escuchas, te gustará el concierto", concluyen. El baile ya será cosa tuya.