EL 23 de febrero de 2006 Juan G. Andrés (Donostia, 1977) asistió a la actuación en Gazteszena de Yann Tiersen. Hasta ese momento, había fotografiado esporádicamente algún concierto con una cámara compacta, pero ese día le convenció la imagen que había captado de Tiersen, aferrado a un violín que restregó hasta casi extraer humo, y se consolidó una práctica que desde entonces le ha convertido en El Humilde Fotero del Pánico para músicos y melómanos guipuzcoanos.

El centro cultural de Egia, origen del "vicio irrefrenable" de la fotografía musical, también acogerá, a partir del lunes (20.00 horas), la primera exposición del redactor cultural de Noticias de Gipuzkoa, en la que figuran la imagen del creador de La valse d'Amélie y otras 39 fotografías en color, conformando una galería de gestos, saltos, géneros, edades, formaciones y rizos al viento.

En la exposición Zuzenean, enmarcada en el festival Dock of the Bay, que también arranca el lunes, el criterio que más ha pesado es "la variedad": "Las imágenes de más impacto y las que más me gustan a mí, pero también -aunque abunden las guitarras- he procurado que aparezcan acordeonistas, cellistas o un par de baterías, que son los maltratados de la música, porque siempre se colocan al fondo del escenario, bajo poca luz", explica el fotógrafo donostiarra.

También se han incluido imágenes sencillas pero que retratan momentos insólitos, como la sonrisa de Bob Dylan, o la única vez que se han reunido sobre un escenario Elvis Costello y Kris Kristofferson. "No es una imagen espectacular, pero como documento tiene valor", subraya este apasionado de la música, en cuya selección se imponen los escenarios nobles frente a las salas pequeñas fundamentalmente por la iluminación, el gran aliado de los fotógrafos. La mayoría de las fotografías se ciñe a la capital guipuzcoana, aunque también hay alguna del Azkena Rock, del que es un habitual, o de la actuación en Bilbao de Leonard Cohen, un imprescindible.

Más allá del condicionamiento geográfico, hay ausencias flagrantes para quien conozca los gustos de Juan G. Andrés, como la de Tom Waits, su músico favorito. Cuando actuó en Donostia, el fotoperiodista renunció a fotografiarlo para no perder detalle. Un viaje trasatlántico, que le impidió escuchar a Neil Young, constituye su otra "espinita". Afortunadamente, ambas, de momento, son posibles de extirpar.

Después de la experiencia con el cantante de la voz de esparto, no concibe "ir a un concierto sin sacar fotografías, lo paso fatal". "Incluso cuando, en algunos recitales, solo dejan sacar fotos en dos o tres temas, y después me coloco entre el público a escribir la crónica sufro porque veo momentos estelares que no puedo captar... Alguna vez, desde las butacas, he sacado la cámara -confiesa-, y desde aquí pido perdón a los organizadores de conciertos".

exposición Con su osadía, talento e incansable energía, ha acumulado un archivo de miles de imágenes en las que conviven la vitalidad de Jamie Cullum, los directos brutales de Doctor Explosion, Capsula -que actuará en el Dock of The Bay interpretando el próximo sábado el Ziggy Stardust de Bowie- o Lobo Eléctrico, la entrega de Mursego o la expresión arrobada de Esperanza Spalding. Otros conciertos resisten en su memoria no porque el artista le "guste especialmente" sino por las circunstancias en las que se produce. Como el de Cyndi Lauper: "Todos los que estuvieron recordarán el diluvio universal que cayó, ella se lo curró, bajó varias veces a mezclarse entre el público y una de ellas fue a nuestro lado". El resultado es una imagen preciosa de lluvia, un haz de luz y los rostros del púbico que la rodea.

Hábil también en el retrato de paisajes atípicos, un escenario volcánico o una vista envuelta en niebla o nieve, Juan G. Andrés, además de en este periódico, ha publicado también sus imágenes en el anuario Entzun y en las revistas The Balde y Rockdelux. El título de la exposición, Zuzenean (En directo), cobrará todo su sentido en la inauguración, cuando el cantante y guitarrista Lou Topet brinde un pequeño recital.