CADA pieza guarda celosamente su secreto e invita al tacto, susurra su historia, su procedencia y su cometido. Pero hay que acercarse mucho, lo suficiente como para olisquear el roble, el castaño, el nogal, el boj, lo suficiente como para sentir los surcos del hierro, lo rugoso de la escayola o el frío del mármol de Carrara. No en vano José Ramón Anda se esmera por comprimir el potencial de cada material que utiliza en pos de una perfección aparentemente sencilla, fruto siempre de una reflexión prolongada y tenaz, "tratando de adaptar lo orgánico a lo racional". Es el esfuerzo por civilizar la naturaleza, por hacerla comprensible y acomodarla a escala humana.
Ese mundo mágico y terrenal a la vez, un universo que recrea voces silentes, se encuentra ahora apostado en la Sala 33 del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Formas contra el tiempo-Denboraren aurkako formak aglutina 40 obras magistrales de uno de los mejores escultores de nuestra tierra. En el catálogo puede observarse la evolución de más de treinta años de trayectoria artística de un hombre minucioso y extremadamente sensible.
Así, las obras están colocadas de forma estratégica y adornan diversos espacios del Museo de Bellas Artes: las han situado en el exterior, en el vestíbulo y en varios accesos de la pinacoteca, aunque la mayoría se concentran en la segunda planta. Entre ellas el visitante podrá asombrarse con Kirolari zaharra e Ikusmira, que sirven como prólogo y epílogo de la muestra, o podrá disfrutar de otras piezas singulares como Atariaren besarkada, Miracielo segoviano o Iranzuko mahaia, sin olvidar la serie de esculturas Troncos huecos, que Anda inició a comienzos de la década de los ochenta. También se exponen 18 trabajos de pequeño formato dentro de la serie Quiero hacerme mayor (el propio título recoge la vocación de crecer en tamaño de las propias obras).
madurez espléndida De raza le viene al galgo. Anda pertenece a una familia de tallistas y ebanistas, y el navarro desarrolló su capacidad de tratamiento con la madera en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y en Roma, donde se empapó de la escultura clásica y del trabajo de los artistas italianos contemporáneos como Giacomo Manzú, Marino Marino y Arturo Martini. A estas influencias se sumaron la obra del escultor y arquitecto suizo Max Bill, sin olvidar a Jorge Oteiza, que tanto ha inspirado a Anda.
Con estos mimbres el artista navarro ha desarrollado "una obra escultórica abstracta, pero de base organicista, en la que los planteamientos racionalistas y especialistas se combinan con el interés por las cualidades sensoriales de la materia, para crear objetos artísticos de gran belleza y sobriedad formal", según el comisario de la exposición, Javier Balda. "Anda sitúa sus formas limpias, nítidas y equilibradas entre la geometría y la naturaleza, con una poética siempre anclada en la escala humana", insistió Balda, que se congratuló también de que "un proyecto que ha sido aplazado durante décadas" pudiera hacerse realidad justo ahora que la obra del navarro goza de una "madurez espléndida". Balda destacó también los valores "intemporales" que intenta transmitir el artista y su insistencia "en el ejercicio lento de la reflexión y la ejecución". Por su parte, Anda se mostró "muy contento" de poder sacar a la luz una exposición planteada desde hace tiempo. "Es un viejo sueño que en su momento me hizo tantísima ilusión y que ahora también me ha hecho mucha ilusión", reconocía el escultor, que se mostró parco en palabras. "La escultura es una pasión, un caballo de batalla -reconoció de forma escueta-, un pulso con el que nunca me quedo satisfecho".
La muestra está patrocinada por la Fundación Iberdrola, cuyo presidente, Manuel Marín, compareció en la presentación, al igual que el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna (que también es presidente de la Fundación del Museo), y el director del Bellas Artes Javier Viar.
FORMAS CONTRA EL TIEMPO
Fechas: Hasta el 9 de septiembre. Nombre: José Ramón Anda (Bakaiku, Nafarroa, 1949). Estudios: Entre 1970 y 1974 estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y después en Roma. Realizó su primera exposición individual en el Museo de San Telmo (Donostia). Piezas: En el Bellas Artes se exponen 40 esculturas, situadas en diversos espacios del Museo: 2 en el exterior, 2 en el vestíbulo de acceso, una en el acceso a la sala de arte contemporáneo, una en la sala 29 de arte vasco y el resto en la sala 33. Comisario: Javier Balda.