CIEN años después de iniciar su primer y único viaje, el transatlántico más famoso y trágico del mundo ha vuelto a levar anclas en versión tridimensional. El 15 de abril se cumplirán 100 años del hundimiento del Titanic. Para conmemorar esta fecha, y aprovechar el tirón, James Cameron reestrenará mañana en 3D la que, hasta la llegada de Avatar -también dirigida por él-, fue la película más taquillera de la historia del cine.

A estas alturas no hay nadie en el mundo que no conozca la sentimental historia de amor protagonizada por un joven Leonardo DiCaprio, que gana un billete de tercera clase para embarcarse en el lujoso crucero. Allí conocerá a una bella heredera de la alta sociedad, Kate Winslet, obligada contra su voluntad a casarse con un rico banquero. Pero su inevitable romance queda marcado por la tragedia del hundimiento del transatlántico.

Cuando se rodó, en 1997, Titanic se convirtió en la película más cara de la historia, con un presupuesto estimado en 200 millones de dólares. Tenía unos efectos especiales pioneros, la más vanguardista ingeniería digital y una fantástica reconstrucción a escala completa del barco, realizada en una filial de los estudios Fox en Playa de Rosarita, Baja California. El trabajo de Cameron tuvo su recompensa. La película se llevó 11 Oscar, igualando a Ben Hur.

Y ahora Cameron ha invertido otros 18 millones de dólares en convertir la película en tres dimensiones, un proceso que ha durado un año y en el que han trabajado más de 300 informáticos que supervisaron plano por plano para lograr una sensación de profundidad lo más próxima posible a lo que habría tenido si se hubiera rodado en 3D. "Yo habría hecho Titanic en 3D si hubiera tenido los medios, pero no los he tenido. Sin embargo, creo que hay títulos clásicos que sí se deben pasar a 3D, aunque de forma correcta", indicó.

Titanic se reestrenará en versión tridimensional y también en algunas salas en 2D, aunque gracias a la digitalización de la versión original la calidad de imagen será mayor en cualquiera de los dos formatos que la que tuvo la película original en su debut.

vivir la tragedia "Siempre había pensado que quería hacer esta película en versión 3 D, pero la cuestión era cuándo. Al final, pensé que el momento adecuado sería cuando se cumpliera el centenario del hundimiento", ha explicado James Cameron en la premiere que se ha celebrado estos días en Londres. "Quiero que el público viva la película como si estuviera a bordo del Titanic, corriendo los mismos riesgos que Rose y Jack". Así es como James Cameron quiere que los espectadores perciban su película. "El 3D no solo resalta vistas espectaculares y acciones trepidantes; además ensalza la interacción humana y los momentos íntimos porque tienes la sensación de estar ahí. Es más envolvente. Lleva a todo a otro nivel", explicó el director.

fiel a la realidad En esta ocasión, Cameron no ha tenido problemas durante la reconversión de la película en 3D. Todo ha ido sobre ruedas, según ha explicado. Nada que ver con el rodaje del filme en 1997, que acumuló continuos retrasos, hasta llegar al punto de que la misma mañana del estreno estaban montando aún la película.

El director canadiense quiso conseguir que la pantalla reflejara de la manera más realista posible lo que sucedió durante el hundimiento más famoso de la historia. Así, parte del barco fue construido por las mismas empresas que construyeron el Titanic original. Las alfombras que salen en la película fueron hechas por la misma compañía que hizo las alfombras del llamado insumergible. Las cartas del menú son copias fieles de las que había en el Titanic, al igual que la cubertería. El camarote de Rose está inspirado en una foto del que ocuparon Isidor e Ida Strauss durante su viaje en 1912. Esta suite era una de las más lujosas del barco y a Cameron le pareció bien utilizarla en su película.

Otros hechos que aparecen en la película se alejan un poco de la realidad. Por ejemplo, el filme ignora al carguero Californian detenido por la noche a causa del peligro de hielo, que estuvo dentro del ángulo de vista del Titanic durante el hundimiento. En realidad, los operadores de radio del Titanic estaban demasiado ocupados mandando mensajes privados de los pasajeros como para escuchar las advertencias del Californian sobre los icebergs, así que la radio del Californian fue desconectada por la noche y su capitán no reconoció las bengalas de auxilio. Una anterior versión del guion de la película incluía una escena del Californian, pero Cameron la desechó del argumento después de rodarla para acortar tiempo. Por supuesto, tampoco existió la pareja formada por Jack Dawson (DiCaprio) y Rose DeWitt (Kate Winslet), pero a estas alturas ya no importa porque para el mundo serán recordados como los grandes amantes del Titanic.

Con todo, la versión tridimensional de Titanic no es la única que intentará reavivar el drama. Julian Fellowes, ganador de un Oscar por su guion de Gosford Park, prepara también su propia dramatización de la historia, que de momento llegará a las pequeñas pantallas de Reino Unido, EE.UU. y Canadá en formato miniserie. Cien años después del hundimiento, el titánico barco sale a flote gracias a la magia del cine.