El Festival de Trikitixa de Getxo fusiona estilos
Reunió durante el día de ayer a diferentes músicos catalanes y vascos en el marco de las Jornadas de la Cultura vasca
marga ruiz san millán
getxo. El influjo de la trikitixa es poderoso fuera de las fronteras de Euskal Herria y su presencia cada vez más notable anima a recuperar instrumentos que cayeron en el olvido en otros lugares. El Festival Internacional de Trikitixa que tuvo lugar ayer en Getxo demostró que así es. Dio a conocer también otros estilos y otro modo de tocar este instrumento. El certamen se convirtió además en escaparate de las diversas combinaciones de la trikitixa con otros medios musicales de distintas partes del Estado al reunir en un mismo escenario, la Escuela de Música Andrés Isasi, a músicos vascos, gallegos y catalanes.
"La trikitixa impone un poco porque en Euskadi se palpa que hay mucha cultura en torno a este instrumento. Ahora, en Cataluña, está empezando a tener lugar un movimiento parecido para impulsar el acordeón diatónico, que desapareció. Lo sucedido con la trikitixa nos ha estimulado y desde hace 10 años, estamos intentando recuperarlo", indicó Guillem Anguera. Procedente de Cataluña, Anguera ofreció en Getxo con su acordeón diatónico un repertorio muy personal aderezado por temas tradicionales catalanes, que musicó para la ocasión en formato de trío acompañado por el bajo eléctrico de Isidre Sans y las cuerdas del poli-instrumentista Héctor Beberide.
La música catalana tuvo un lugar preferente en el festival gracias otra intervención que compartía origen: Marc del Pino, acordeonista y profesor de acordeón diatónico. Del Pino es integrante de algunos grupos de nueva música tradicional como Tazzuff y Trío Rem, entre otros. En su recital, fusionó la música vasca con la suya y dio muestras plausibles de su investigación de nuevos teclados de acordeones de tres hileras, así como del uso de recursos modernos y de los tradicionales, a los que da gran valor. Su influencia pudo observarse en la música interpretada por Urtzi Enrikez, trikitrilari de Galdakao, y discípulo de del Pino, que se encargó de poner los acordes más rítmicos, por algo ha participado en numerosas txapelketas y en los discos Faborez 02 y Geure kolkotik 2010 promovidos por la asociación Euskal Herrik Trikitixa Elkartea.
Kris y Xabi se encargaron de aportar su visión local. Llegados desde Hermani, han ofrecido numerosos conciertos y romerías tanto en Euskadi como fuera de nuestras fronteras. En esta edición del festival de Getxo, interpretaron temas compuestos por ellos mismos.
"sin complejos" Y si alguien no puede faltar en una cita de esta dimensión destinada a homenajear a la trikitixa es Kepa Junkera, el culpable de haber popularizado por todo el mundo a la trikitixa. Estuvo acompañado en el escenario por José Luis Canal, oriundo de Bilbao, y poseedor de una gran trayectoria en el mundo de la música clásica. Interesado por el jazz durante su juventud, enseguida se convirtió en una de las revelaciones de la escena jazzística vasca y en un pianista de referencia indiscutible en numerosos festivales de distintos lugares.
Compositor y productor, Kepa Junkera dio sus primeros pasos en el mundo de la música junto a su abuelo materno que era panderojole. Desde entonces, un Junkera autodidacta, inquieto, vibrante y valiente ha recorrido un largo viaje por el mundo de la música tradicional creando un estilo propio y personal.
Además, Kepa Junkera es el responsable de alumbrar una música sin fronteras o ataduras físicas mezclada con los aromas, ritmos y colores de otros lugares y otras culturas, "abierta al mundo, sin complejos con respeto e ilusión", según el mismo señaló.