Bilbao. Los libros de Moccia han servido de guía para infinidad de personas inexpertas en relaciones sentimentales. A raíz de su obra Tengo ganas de ti muchísimos enamorados decidieron imitar a los protagonistas. Estos sellaban su amor poniendo un candado en una farola del puente Milvio, arrojando después la llave al río Tíber. Esta costumbre, hoy conocida como el Fenómeno Moccia, se ha extendido entre las parejas más acarameladas de todo el mundo y ha candado numerosos puentes, incluso los de Bilbao.

'A tres metros sobre el cielo', 'Tengo ganas de ti', 'Perdona si te llamo amor', cada libro presenta una fase distinta de la relación. ¿Qué se descubre en 'Carolina se enamora'?

Es un libro que afronta diferentes aspectos de la vida de una mujer. Mi intención es aportar un punto de vista para que ellas se sientan algo más serenas con respecto a lo que aun está por venir, para que no estén permanentemente comparándose con los demás. Las niñas a la edad de Carolina se ven feas con respecto a las amigas, algunas de las amistades han tenido ya su primer novio, su primer beso; sin embargo, ella aún está esperando ese momento. Este libro puede ser un buen acompañante para todas las Carolinas que tienen miedo, algo que les tranquilice ante esa confusión y hacer que no tengan prisa con respecto al futuro.

¿Qué le inspiró a escribir esta conmovedora novela?

Recientemente leí mis diarios de cuando tenía 13-14 años. En ellos encontré textos muy tristes, muy reflexivos. Carolina, aparentemente es una niña alegre, pero en el fondo también tiene esas reflexiones tristes sobre la vida.

¿Cuál es la posibilidad de que ocurra un encuentro como el que tiene Carolina con su amor en la vida real?

Es muy difícil porque las personas cambian y varía dependiendo del momento en el que se produce el encuentro. Será más bonito o menos bonito, pero seguro que será distinto.

¿Ha puesto usted algún candado para eternizar el amor con alguien?

Sí. Hace dos años colgué el primero junto a mi mujer.

¿Considera que las mujeres y los hombres son capaces de amar en la misma medida?

En general creo que la mujer vive el amor de una manera más valiente y más generosa que el hombre. Ellas tienen menos miedo a ofrecer su amor. Sin embargo, en el momento en el que el hombre se da cuenta de lo que le aporta ese amor se vuelve tan valiente o más que la mujer.

Se le podría considerar un experto en el amor. ¿Cuál es su definición de ese irreprimible sentimiento?

No, no puede haber un verdadero experto en el amor, porque en él hay dos personas. La otra persona te puede sorprender, te puede sacar completamente de tus puntos de vista y por esto el amor es magia, improvisación, estar constantemente adaptándose a esa otra persona. El amor es fidelidad, el motor del mundo, es locura, es dolor. No ese dolor de un amor no correspondido, sino el que surge por la falta de afecto. Si el amor no es divertido no es amor verdadero.

En sus libros habla de experiencias románticas. ¿Cuántas ha vivido en primera persona?

Cuando se escribe un libro, se intenta reescribir las experiencias vividas, y se narran, generalmente, de manera que acaben bien. En mis libros hay aproximadamente un porcentaje de 50% de realidad frente a la fantasía. Lo importante es que quien lea el libro sea capaz de distinguirlo.