El renacer de la cultura vasca
w El resurgimiento comenzó tras abolirse los fueros w La creación de Eusko Ikaskuntza y de la asociación Euskaltzaleak impulsaron este movimiento
donostia. El Ayuntamiento de Tolosa, con el respaldo de las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y del Gobierno Vasco, entre otras instituciones, ha impulsado para este año la iniciativa Euskal Pizkundearen Urtea. En el 75 aniversario del fusilamiento del promotor de la cultura vasca Jose Ariztimuño, Aitzol, este programa de actividades pretende homenajear la labor realizada por la generación previa a la Guerra Civil para provocar el renacer de las letras vascas y del euskera.
Sin embargo, a lo largo de las últimas décadas se han utilizado distintas denominaciones para definir este movimiento. La generación de Aitzol, el renacimiento vasco, Euskal Pizkundea... ¿Cuándo tuvo lugar este resurgimiento?
Los expertos consultados por este periódico sitúan en la abolición de los fueros vascos (1878) el punto de partida de este fenómeno. Los cambios en la sociedad comenzaron a ser palpables tras aquel acontecimiento: las ciudades cobraban más importancia, el agro perdía peso, se incrementaba el comercio, las ideas evolucionaban y la pérdida del euskera se aceleraba. "En la política, esto trajo consigo la idea de nación vasca y el intento de implantar ese concepto", contextualiza Lourdes Otaegi, investigadora del departamento de Literatura Comparada de la UPV. "Y, en el campo de la cultura, emergió este movimiento de resurgimiento de la cultura vasca y del euskera", completa.
Con esa fecha como punto de partida simbólico, otro de los "importantes" hitos de Euskal Pizkundea, en opinión de Paulo Iztueta, investigador y responsable de la editorial Utriusque Vasconiae, fue 1918. Aquel año se creó en Oñati la Sociedad de Estudios Vascos - Eusko Ikaskuntza, que pronto organizó en su seno comisiones dedicadas a distintos ámbitos de las Ciencias Sociales. Dos de esos campos fueron, según subraya el experto, el euskera y la enseñanza.
euskaltzaleak Casi una década más tarde, en 1927, se fundó la asociación Euskaltzaleak, una entidad que fue presidida en sus primeros años por Jose Maria Agirre, Lizardi, y que pretendía asimismo promover las letras vascas y el idioma en la sociead. "Llegó a tener centenares de socios, entre quienes se distribuían distintos trabajos y revistas. Los asociados, además, extendían las informaciones y convocatorias en su entorno", afirma Otaegi, en referencia a la gran influencia que ejerció esta red, que organizó distintas actividades. Entre ellas, los días de la Poesía Vasca.
El propio Jose Ariztimuño, Aitzol, ejerció a través de esta agrupación su impetuoso e incansable trabajo de promoción cultural y lingüística cuando se estableció en Gipuzkoa en 1930. El campo ya estaba sembrado, pero hacía falta materializar los frutos, para lo que Ai-tzol aportó su capacidad gestora.
Todas estas iniciativas generaron un caldo de cultivo para que surgiesen nuevos creadores y un movimiento que fue tomando fuerza en los últimos años de la década de los veinte y, más aún, durante la II República. De esa forma se materializó la primera generación literaria vasca "moderna", según afima la investigadora de la UPV, ya que sus miembros fueron pioneros en creer "en la autonomía de la literatura" y en la creación literaria "como disciplina artística".