bilbao. El Museo de Bellas Artes de Bilbao exhibe hasta el próximo 3 de julio una "impresionante tempestad" marina del pintor británico William Turner, artista de gran talento, considerado uno de los grandes paisajistas ingleses del siglo XIX. La obra ha sido cedida para la ocasión por la galería Tate Britain, de Londres.

El cuadro, titulado Mar tormentoso con naufragio, fue pintado entre 1840 y 1845, y en el mismo queda reflejada la que es la última etapa de la carrera profesional del pintor. Así, en el trabajo se representa un mar salvaje y embravecido en el que una frágil embarcación, apenas esbozada por una vela blanca, lucha por sobrevivir en medio del destructor oleaje desatado por la tormenta.

El paisaje marino es uno de los temas preferidos en la trayectoria profesional de Turner, según señaló la conservadora del Bellas Artes, Ana Sánchez-Lassa, en la presentación de la obra. Sánchez-Lassa agregó que la pinacoteca bilbaina, "ya tenía ganas de exponer un cuadro de este artista británico".

naturaleza desatada Ubicado en las salas que acogen la colección permanente de arte clásico del Museo, junto a una tranquila y apacible vista de Toledo de Genaro Pérez Villaamil (pintada también a mediados del XIX), la desatada naturaleza que retrata Turner contrasta sustancialmente con la obra del pintor gallego, no solo por el motivo de la composición, sino también por la forma de ejecutarla.

Mientras en la obra de Villaamil se aprecian perfectamente todos los rasgos del paisajes toledano y de los personajes en él retratados, la obra de Turner se acerca más a la abstracción de la que 20 años más tarde harían gala los impresionistas franceses.

Por este motivo, explicó Sánchez-Lassa, William Turner está considerado un precursor del abstracto impresionista y "un pintor que revolucionó la pintura de su época", hasta entonces de carácter romántico y ceñida a los cánones estéticos marcados por las academias de arte e inspirados en el clasicismo. Otra de las características relevantes de la pieza que expone el museo bilbaino, dentro de su programa La obra invitada, es el tratamiento de la luz, en el que un delgado rayo de sol que se abre camino en el centro de la composición destaca sobre la oscura atmósfera generada por la tormenta. La blanca espuma de las agitadas olas, que intentan tragarse a la embarcación sorprendida por la tempestad, aporta otro elemento de color en la composición.

Turner entró en la Royal Academy of Art con tan solo 14 años. Al principio mostró un entusiasta interés por la arquitectura, pero su actividad pictórica fue estimulada por el arquitecto Thomas Hardwick, y pronto se apartó de su afición primigenia. En 1790, tras solo un año de estudio, una acuarela suya fue aceptada para la exposición veraniega de la Real Academia. Su primer óleo, Fishermen at Sea, fue exhibido en 1796.