VASALLO del elegante estilo cultivado por el Insignia, el Astra repite jugada a la hora de ganarse el público más familiar con la apuesta Sports Tourer. La esbelta silueta y la nueva denominación enaltecen a la corpulenta interpretación del modelo intermedio de Opel y, de paso, marcan distancias con los aquellos honestos pero menos eficientes y glamurosos antepasados Caravan.
Ni la aparición de esta variante, indispensable en el repertorio de cualquier compacto que aspire al éxito, ni el continuismo estético constituyen sorpresas. La marca alemana no vuelve por sus fueros, sino que toma un rumbo mucho más ambicioso que antes, apostando por productos que además de convencer al cliente ejerzan sobre él una cierta fascinación. Ahí apuntan las últimas creaciones (el Meriva es la más difícil de digerir, pero ahorra explicaciones cuando se prueba).
Del Sports Tourer sólo han trascendido hasta ahora algunas imágenes y unos cuantos datos. Entre ellos no figuran las dimensiones definitivas, por lo que hay que fiarse de la vista. Y a ojo se barrunta que la eslora experimenta un leve estirón, crecimiento que se concentra en el voladizo posterior ya que el fabricante ha confirmado que la separación de los ejes es exactamente la misma que en el formato de cinco puertas (2,68 metros).
Como en casi todas las facturas wagon, la atención recae en la retaguardia. La línea ascendente de la cintura desemboca en un portón de notables proporciones, que sitúa bastante abajo el plano de carga. El aumento de envergadura del vehículo comporta el crecimiento del portaequipajes, que ofrece 500 litros bajo la cortina (el Astra de cinco puertas tiene 370 l.) y 1.500 cuando se abaten los asientos posteriores. Éstos incorporan el sistema FlexFold, que permite que cada sección del respaldo (60/40) sea plegada presionando unos botones situados en las paredes laterales del maletero. El mecanismo es sencillo: el pulsador libera un muelle de forma eléctrica y activa el plegado automático de los respaldos traseros. La operación consigue incrementar la longitud del vano de carga hasta 1,835 metros, 28 milímetros más que en el modelo precedente. El Astra Sports Tourer es el primer familiar de su segmento en equipar un dispositivo de estas características.
El diseño interior, coherente con el estilo conocido, cuida los detalles y atiende a las necesidades de un tipo de usuario algo diferente al que se decanta por un cinco puertas. Por eso, la cabina del familiar habilita nuevos huecos para alojar enseres personales (suman 25 litros, un 50% más que en el precedente). Otro aspecto al que los responsables de la marca confiesan haber dedicado mucha atención es el comportamiento dinámico del vehículo. Para mantener la agilidad que caracteriza al actual Astra, los ingenieros de Opel han reajustado el eje trasero, adaptando la amortiguación a fin de que pueda soportar cargas acordes a su mayor capacidad sin que ello comprometa la estabilidad.
Ésta queda perfectamente garantizada si se opta por el sistema de suspensión adaptativa FlexRide, que adecua constantemente su respuesta a las variaciones en la orografía y en el estilo de conducción. Propone tres modalidades de funcionamiento: la Standard brinda toda la gama de ajustes disponibles; la Tour, a elección del usuario, fomenta el bienestar de marcha; al engranar el modo Sport, el conductor prioriza la firmeza deportiva y logra también una respuesta más rápida del acelerador y de la dirección.
Otro equipamiento voluntario del modelo es el Asistente de Estabilidad de Remolque, que asegura la precisión en las evoluciones cuando se arrastra una carga. El capítulo de opciones también pone a disposición de la clientela complementos innovadores como el sistema de reconocimiento de señales de tráfico (Opel Eye) y el de iluminación adaptativa.
OCHO MOTORES En su lanzamiento en noviembre, el Astra Sports Tourer desplegará un repertorio motriz integrado por ocho candidatos. Tiene previsto ofertar unidades diésel y gasolina en un abanico de potencia que cubre desde 95 a 180 caballos. Destaca la presencia de una variante inédita del propulsor 1.4 Turbo de gasolina, con 120 CV, que vendrá asociada a transmisión manual de seis marchas; en la actualidad existe una alternativa 1.4 Turbo con 140 CV vinculada a caja automática de seis relaciones.
Dentro de la faceta gasóleo sobresale la figura del motor 2.0 CDTI de 160 CV. Esta máxima expresión de la gama depara un elevado rendimiento -brinda 380 Nm de par gracias a la función overboost- pero no incurre en el despilfarro, puesto que acredita un promedio oficial de consumo del 5,1 litros; en consecuencia, sus emisiones de dióxido de carbono quedan bastante contenidas (134 g/km). Esta versión turbodiésel se postula conectada a transmisión manual de seis velocidades.
Opel dota a todas las motorizaciones asociadas a caja de cambios manual de indicador de marcha recomendada. En una fase posterior, el envase familiar del Astra dispondrá también de tecnología Start/Stop. El primer destinatario de este dispositivo de desconexión y arranque automáticos del motor en las paradas va a ser la futura versión ecoFLEX, que irá impulsada por el motor 1.3 CDTI de 95 CV.