bilbao

ha pasado poco más de un año desde que la estructura del BEC se agrietara tras la descarga de AC/DC cuando el público vizcaino tiene al grupo australiano de nuevo en casa. Será mañana, en el estadio bilbaino de San Mamés, a partir de las 22 horas, después de que el grupo telonero, Los Perros del Boogie, haya calentado convenientemente al personal, que agotó las entradas hace meses. Los menos afortunados únicamente tienen la opción de la reventa si quieren asistir a la descarga final de la gira europea de esta segunda parte del Black Ice Tour, en la que sonarán todos los grandes éxitos del quinteto entre los "solos" y carreras de Angus Young, los gritos de Brian Johnson y una avalancha de watios.

Después de actuar anoche en Sevilla y tras haber pasado por Bulgaria, Rumanía, Italia, Francia y Alemania, AC/CD anuncia "un concierto inolvidable" en Bilbao para despedir esta gira continental. El Black Ice Tour, puesto en marcha para promocionar su último disco y, de paso, llenar la "chequera" para varios años, se ha ido convirtiendo, con el paso de los meses, en una excusa para que los aficionados del grupo -adolescentes y talluditos, pijos y currelas- vuelvan a escuchar una antología de los éxitos de un grupo que es de los pocos capaces de llenar estadios y de convencer a pesar de su minimalismo estilístico y sus tics, repetidos hasta la saciedad.

Ya casi está todo a punto en San Mamés para que las puertas se abran a partir de las 18 horas de mañana, para facilitar un acceso escalonado y sin problemas de las 40.000 personas que asistirán a la descarga de T.N.T. de los australianos. Música de alto voltaje que se verá precedida por la banda telonera, Los Perros del Boogie, grupo valenciano que tiene en los hermanos Young a unos de sus ídolos y que saldrá al escenario bilbaino a partir de las 20,45 horas, para presentar algunas de las canciones que incluyen su último disco, Desprecio y entrega, en una onda a lo M-Clan, Tequila y Burning.

Los valencianos dicen que hacen "rock puro y honesto". En eso, los reyes son los australianos, que saltarán a escena a las 22 horas. Después de tres décadas en la carretera, seguro que no se saltarán el guión. Ni mucho menos. Al contrario que otros artistas, como Springsteen, que cambia el repertorio cada noche, parte en base a peticiones de sus fans, el grupo de los hermanos Young se muestra "cuadriculado" respecto a sus set list, dando la espalda continuamente a las variaciones.

En Bilbao, seguro que no nos equivocamos, saltarán al enorme escenario instalado en San Mamés, de 56 metros de ancho por 32 metros de fondo, con Rock"N"train, el primer single de su último disco de estudio, el millonario Black ice, del que también suelen interpretar su tema titular y War machine. El resto, tralla que se conocen hasta... digamos que tres generaciones por lo menos. Clásicos del pelo de Hell bells, Higway to hell, Back in black, T.N.T., Whole lotta Rosie, Let there be rock, For those about to rock...

Darán la espaldas a las sorpresas, seguro, pero no a la contundencia sónica y a la diversión. Todo el "circo" que rodea sus recitales está milimetrado para que, junto a un sonido brutal y unas canciones ya convertidas en himnos, los fans no tengan un respiro. Ahí juega un papel importante el "camionero" Brian Johnson, animando desde el micrófono, y, especialmente, el "tirillas" Angus Young, el guitarristas más previsible... y efectivo del mundo del rock, que no parará ni un minuto de recorrer el escenario y hasta se montará el típico streap-tease llegado el momento.

Al igual que en BEC, el show de AC/DC contendrá pirotecnia, proyecciones en pantallas gigantes con dibujos animados realizados específicamente para la gira y el escenario contendrá también unos cañones como los que la banda trajo al Bizkaia Arena en su anterior visita a Bilbao, con cuya descarga, previsiblemente, concluirá el recital al son de For those about to rock. La única posibilidad de sorpresa podrá venir dada por la pecularidad de la cita, la última de la gira europea. Por ello, el manager de la banda llegará al concierto desde California acompañado de los familiares más cercanos de los músicos, ya que, al ser el fin de gira, piensan hacer "una pequeña celebración a la conclusión del concierto", según fuentes de la promotora Last Tour International.

Infraestructura Desde la promotora se confirma que el grupo "destaca por su sencillez y todos los miembros del grupo permanecen juntos en el mismo camerino". De hecho, "son una banda de amigos que sólo pide que se pueda fumar en su camerino", apostillan. Y nada de peticiones de rock star subidas de tono. Les basta con 1.500 toallas, 10 líneas de teléfono, 6 lineas ADSL y unas oficinas debajo del fondo norte de San Mamés para alojar a todos los profesionales que vienen con ellos.