LA cartografía es una disciplina que convierte en dinámica nuestra historia y desde el conocimiento de ésta indaga en el presente y lo proyecta al futuro. El territorio de Euskal Herria fue tempranamente objeto de la atención de los cartógrafos debido a que está dentro de las grandes rutas marítimas y de cabotaje. Pero, ¿cómo nos vieron?, ¿cómo sabían dónde vivíamos?
"Poder señalar en el año 1578 lo que uno se podía encontrar al otro lado de la montaña era algo mágico", explica Ramón Oleaga, experto cartógrafo que colaboró en la elaboración de la Colección Cartográfica Histórica del Museo Euskal Herria, presentada por la Diputación Foral de Bizkaia el pasado mes de marzo. Oleaga busca un símil actual para describir un trabajo y una herramienta tan magnífica en aquella época: "Se trataba del Google Earth del Renacimiento para esa gente, que muchísimas veces nacía y moría en el mismo lugar".
El catálogo está ordenado cronológicamente y recorre cuatro siglos de nuestra historia. Cada mapa incluye su ficha técnica y un texto que lo contextualiza. El plano más antiguo titulado Bilvao data de 1572 y el más moderno es Carte Ethnographique de l"Europe de 1918 y editado en Lausanne. Autores de las diferentes escuelas cartográficas (flamenca, francesa y española) como Mercator, Robert Dudley, De Jode, Braun Hogenberg desfilaron entre nuestros antepasados, para estudiar e inmortalizar nuestras tierras. Y es que Euskal Herria llamó la atención de los cartógrafos por encontrarse dentro de las grandes rutas marítimas.
En total, se recoge una selección de 66 ejemplares de cartografía antigua de mapas que representan las tierras y costas vascas. La colección cartográfica nace de los fondos del archivo foral y, además de constituir uno de los materiales más importantes que guarda el Museo Euskal Herria, es también una exposición permanente del edificio en Gernika.
el inicio "La directora del Museo Euskal Herria, Felicitas Lorenzo, decide en algún momento poner en valor la colección cartográfica que formaba parte de lo que era el museo en su origen", recuerda Ramón. Felicitas se había ocupado de ir incorporando otros materiales durante estos últimos años. Así es como Ramón Oleaga pone a sus conocimientos al servicio del museo. Como experto en el tema, se encargó de asesorar al museo para completar y revalorizar esta colección de mapas.
Para poder realizar un estudio más profundo de los materiales, consiguieron una beca de la Diputación en 2003. Ramón intervino como tutor de la becaria. "Conseguimos preparar las fichas y organizar la mayor parte de los materiales", relata. Durante estos dos últimos años el experto en cartografía se ha dedicado a coordinar el trabajo de Ainhoa Perdiguero y Leire Irazabal, una de las técnicos del Museo Euskal Herria y la encargada de haber dar forma a los textos y contenidos del catálogo. "Yo me suelo dedicar a esto de la cartografía histórica, y es ésta es la razón de mi presencia. Pero esto no hubiera salido adelante si no llega a ser por el trabajo y la compenetración de todas estas personas, del fotógrafo Xabi Otero y, sobre todo, de la directora del museo, Felicitas Lorenzo", se sincera.
estamos en el mapa "Esto es como el Athletic, que siempre hemos jugado en primera. Cuando me ha tocado dar una charla suelo preguntar: ¿El Guggenheim nos ha puesto en el mapa? No señores. Nosotros ya aparecíamos al mismo tiempo que aparecían Londres y París", se enorgullece. Aún con diferentes categorías, Bilbao aparecía en esos libros tan caros junto a "importantes" de la época como Lisboa, Londres, París o Toledo y Granada.
En este paseo entre mapas podremos admirar cómo la representación cartográfica va modificándose tanto a impulsos de la propia ciencia, como de las tendencias artísticas del momento. Ramón realiza una pequeña selección dentro de los 66 mapas. Cada uno de los seleccionados ha sido hito en algo, pero tienen en común que pertenecen a Bizkaia.
Desde la ilustración del Bilvao de 1572, hasta el mapa topográfico del Señorío de Vizcaya en 1846, Ramón Oleaga explica emocionado las características y curiosidades que guarda cada uno de estos mapas, como si de un tesoro se tratara, un mapa del tesoro.
El experto aconseja una ilustración de un reconocible Bilbao del siglo XVI. Después navegamos a toda vela por la pericolosa (preligrosa) costa del Golfo de Vizcaya en 1647. Por último, dos destacadas representaciones cartográficas históricas del territorio histórico de Bizkaia en 1769 y 1846.
Un brevísimo viaje en el tiempo, que podemos extender con la colección, o simplemente acercándonos al Museo Euskal Herria de Gernika para encontrarnos en el mapa. En el Google Earth del Renacimiento.