Habrá que esperar al próximo 23 de septiembre para ver en Netflix a nuestra querida Ana de Armas caracterizada como la inmortal Marilyn Monroe, pero los fotogramas que se han filtrado estas semanas a la prensa no han dejado a nadie indiferente. Ni por la absoluta calcomanía que resulta, una vez teñida de rubia, la actriz nacida en Cuba con la inmortal intérprete fallecida en agosto de 1962, ni por el sobresaliente trabajo que desempeña. Dicen las buenas lenguas de una industria envidiosa y traicionera como la de Hollywood que el director de esta película biográfica, Andrew Dominik, recordó la espectacular actuación de la actriz española en el filme Knock Knock y, mientras pasaba por un largo proceso de casting, le aseguró el papel después del gran trabajo que hizo durante la primera audición. No es para menos. Ana, además de leer y estudiar todas las biografías posibles sobre “la rubia más explosiva del cine”, trabajó con un entrenador de dialectos durante un año para clavar lo mejor posible a su personaje.
Y es aquí, según la crítica, donde radica la clave de su éxito, en la incansable y responsable entrega interpretativa de De Armas. Su compañera en 'Knives Out', Jamie Lee Curtis, reconocida actriz estadounidense, ya calificó su talento como “inconfundible, con dones más que evidentes”. “Ha llegado una megaestrella: que seas tú la estrella que brilla alto y fuerte, Ana de Armas”, afirmó.
Y ahora el séptimo arte se ha rendido a sus pies, maridando esa coctelera con pizcas de famoseo y sonados noviazgos, dos ingredientes indispensables para la prensa amarilla de Nueva York y Los Ángeles. Porque sonados han sido sus romances con el pintor cubano Alejandro Piñeiro (de 2017 a 2018), y más adelante, con el actor y cineasta estadounidense Ben Affleck, a quien conoció en el set de Deep Water en otoño de 2019. Eso sí, en enero de 2021 terminaron su relación tras un largo año. Ahora Affleck, al parecer, acaba de volver a casarse en secreto con su ex Jennifer López.
Pero dejando a un lado su vida más personal, quien les escribe estas líneas no puede terminar esta crónica sin analizar el tráiler de Blonde, que acaba de lanzarse. Las distintas imágenes ponen de manifiesto que la magia del cine ha logrado que Ana de Armas guarde un más que asombroso parecido físico con Marilyn. Y sobre todo que su rostro también ilumine aquella feminidad, vulnerabilidad, glamour y seducción que Monroe siempre mostró en los buenos y malos momentos.