lA villa de Lanestosa es el municipio de menor extensión de Bizkaia pero estos días está promocionando el herrialde tanto o mejor que el Guggenheim tras meterse entre los finalistas del mejor pueblo estatal menor de 2.000 habitantes. Y ello debido a su carácter medieval, sus rutas, su riqueza natural, su bella arquitectura y su Centro de Interpretación del Arte Rupestre.
Lanestosa, que ocupa apenas 1,25 kilómetros cuadrados y su población no alcanza los 300 habitantes, es el único municipio vizcaino candidato a mejor pueblo estatal en la primera edición del concurso de la empresa Thyssenkrupp Home Solutions. La votación sigue abierta en www.elmejorpueblo.com hasta el 10 de julio.
Supone para Lanestosa un magnífico altavoz para venderse más allá de Bizkaia. Su privilegiada situación geográfica, tanto desde el punto de vista natural como estratégico, y su rica historia son los principales atractivos de esta villa, una de las primeras formadas en Bizkaia.
La primera impresión liga a Lanestosa con la época medieval, especialmente en su casco urbano, intacto a pesar de los siglos. Sus casas, balconadas, calles estrechas, la plaza porticada y palacios de los siglos XVII y XVIII ofrecen un espectáculo único.
arquitectura Y quien guste de la arquitectura disfrutará de la iglesia renacentista de San Pedro, del siglo XVI. También destaca el palacio barroco Colina, y no se puede abandonar la villa sin pasar por uno de sus lugares más singulares, el calero, horno que se utilizaba para producir cal a partir de piedra caliza, y por el puente viejo, que antiguamente unía Laredo con Burgos.
Situada a 65 kilómetros de Bilbao, en la comarca de Enkarterri y en un valle con fuertes pendientes, entre la muga con Cantabria y Karrantza, es también un paraíso para practicar un turismo activo en el que disfrutar de su naturaleza, fauna y flora. Cuenta con una gran oferta de rutas de senderismo, bicicletas de montaña y cicloturismo con grados de dificultad diferentes, y con KobenKoba, el Centro de Interpretación del Arte Rupestre, proyecto cultural y turístico que ha convertido la cueva de Los Judíos en el primer centro de interpretación del arte del paleolítico de Europa.