Buscan más pruebas para esclarecer la causa del fallecimiento de Hoffman
La policía ha detenido a cuatro personas sospechosas de haberle vendido heroína
nueva york. La oficina del forense de la ciudad de Nueva York necesita más pruebas para determinar las causas de la muerte del actor Philip Seymour Hoffman, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el domingo, víctima de una presunta sobredosis. La autopsia inicial practicada al cadáver de Hoffman no fue concluyente y hará falta realizar pruebas de laboratorio para determinar las causas exactas de su muerte, según indicó la oficina forense citada por el periódico Daily News.
Philip Seymour Hoffman perdió la vida a los 46 años y la policía que investiga la supuesta sobredosis de heroína que causó su muerte halló en el apartamento del actor medio centenar de dosis de esta droga. Las cincuenta papelinas de heroína estaban marcadas con la leyenda As de espadas y con el símbolo del as de corazones, mensaje utilizado por los productores para indicar el origen de la droga. La policía detuvo el martes a cuatro personas sospechosas de haber vendido al oscarizado actor la heroína que podría haberle causado la muerte, según fuentes policiales citadas por diferentes medios locales.
Poco antes de las detenciones, la Policía descartó que la heroína que le causó la muerte al actor estuviera adulterada con Fentanyl, como se barajaba, un fármaco derivado del opio que se usa para la anestesia general. La combinación de estas dos sustancias es letal y provocó la muerte de al menos 22 personas en la región occidental de Pensilvania a finales de enero.
Los sospechosos, 350 papelinas Los agentes encontraron 350 papelinas en tres apartamentos de un edificio del Bajo Manhattan, el número 302 de la calle Mott, donde tuvieron lugar los arrestos de los cuatro sospechosos, tres hombres y una mujer, que ya han sido interrogados. Los investigadores trabajan sobre la hipótesis de una sobredosis de heroína, porque el actor era un adicto confeso a esta sustancia.
La familia de Hoffman prepara un funeral privado, que tendrá lugar mañana en Nueva York, al que solo se espera que acudan sus más allegados, y dejará para finales de febrero un servicio religioso.