Treinta creadores desfilan en seis días de pasarela madrileña

Madrid. En la cincuenta y seis edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, treinta consagrados creadores exhiben sus colecciones para la primavera-verano 2013 desde el pasado jueves hasta el martes 4 de septiembre. El donostiarra Fernando Lemoniez inauguró ayer la tercera jornada con una colección minimalista, aventurera y elegante, inspirándose en las mujeres aventureras de la primera mitad del siglo XX. El diseñador ha trabajado ese espíritu aventurero con tejidos cómodos y muy prácticos. La sarga de algodón y la tafeta, junto con la seda, son las telas que ha escogido para confeccionar vistosas gabardinas primaverales, luminosas faldas-pantalón y hermosas blusas con lazadas. Ha rescatado patrones masculinos de la época, entre ellos el famoso pantalón de aviador, ancho de cadera y ceñido de pierna. A partir del 15 de septiembre, este diseñador presenta Señorita Lemoniez, una colección para niñas de 4 a 10 años compuesta por abrigos de corte oriental, chaquetones oscuros con tonos contrastados, vestidos con motivos geométricos, blusas con lazadas y pantalones masculinos, prendas confeccionadas con tejidos de calidad.

David Delfín presentó una colección en la que juega con la ilusión óptica de prendas que aparecen superpuestas y la mezcla de tejidos. Sobre la pasarela se vieron trajes de hombre que aparentan chaqueta y pantalón pero que son monos de una sola pieza, inspirados en el modelo de cazadora Biker; vestidos que parecen varias prendas pero que están hechos con un solo patrón y, por primera vez, un estampado, que él mismo ha diseñado. El enfant terrible de la moda española se ha inspirado en el dibujo del suelo de los 80 resistente, que define como "tutti-frutti" y combina con piezas de Swarovsky. Las siluetas rectas, los contrastes de volúmenes, la mezcla de tejidos y las marañas de flores figuraron en una colección coherente y con mucho movimiento de Amaya Arzuaga. "El interior aparece en el exterior de la prendas", detalló Arzuaga, que ha construido volúmenes con pliegues horizontales sobre telas pintadas a mano. Teresa Helbig presentó una colección romántica, con vocación floral, en prendas realizadas con tejidos joya o con delicadas margaritas cosidas con mimo. El lado más travieso llegó con las transparencias y el estampado pitón.